/ miércoles 24 de julio de 2019

Vida Pública | ¿El gobierno puede recuperar la seguridad?


Por supuesto que el gobierno sí puede recuperar la seguridad en el Estado de México, aunque la evidencia demuestra que por ahora no lo está logrando. El fin de semana se dieron a conocer las cifras oficiales de la incidencia delictiva, entre ellas la espantosa cifra de 3,080 personas asesinadas en el país durante el mes de junio pasado, por lo que el primer semestre del año cerró como el más mortífero de la historia nacional, desde que se tiene registro.

En nuestra entidad el número de asesinatos alcanzó 228 víctimas, lo que significa un crecimiento de 11% respecto al mismo mes del año pasado. Y la incidencia delictiva en general, esto es, la suma de todo tipo de delitos, aumentó en 35% respecto a junio de 2018. Lo peor es que estos que se reportan nada más son los crímenes que se denunciaron ante las autoridades (4%) pues de la mayoría de los delitos que ocurren (96%) no se entera la policía ni el Ministerio Público, pues los ciudadanos en nuestra inmensa mayoría preferimos no denunciar. Es decir, gobierno y sociedad desconocemos la llamada “cifra negra”.

Es ingenuo –por decirlo suavemente- suponer que sin datos precisos, sea posible cambiar la situación y restablecer la seguridad y la paz. La falta de un diagnóstico actualizado, preciso y completo del fenómeno criminal en el Estado de México es, justamente, la primera causa de la descomposición social creciente que padecemos.

La buena noticia es que en el seno del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el gobernador del Estado, conjuntamente con sus homólogos, representantes de los municipios del país, integrantes de la sociedad civil y el titular del Ejecutivo Federal, aprobaron el Modelo de Policía y Justicia Cívica y, al hacerlo se comprometieron a entregar un diagnóstico de la situación que prevalece en los municipios de sus entidades, elaborado a partir de encuestas de victimización ciudadana, de las que derivará una política pública para abatir al crimen en todo el territorio y en todas sus expresiones, con una participación más ordenada e inteligente que ahora, de todos los poderes y ámbitos de gobierno, así como de la ciudadanía.

Hacer de la buena nueva, una nueva realidad, depende de todos. Es el momento de poner manos a la obra para materializar el documento que aprobaron los gobernadores, y recuperar pronto la armonía social y la seguridad pública.

@HuicocheaAlanis


Por supuesto que el gobierno sí puede recuperar la seguridad en el Estado de México, aunque la evidencia demuestra que por ahora no lo está logrando. El fin de semana se dieron a conocer las cifras oficiales de la incidencia delictiva, entre ellas la espantosa cifra de 3,080 personas asesinadas en el país durante el mes de junio pasado, por lo que el primer semestre del año cerró como el más mortífero de la historia nacional, desde que se tiene registro.

En nuestra entidad el número de asesinatos alcanzó 228 víctimas, lo que significa un crecimiento de 11% respecto al mismo mes del año pasado. Y la incidencia delictiva en general, esto es, la suma de todo tipo de delitos, aumentó en 35% respecto a junio de 2018. Lo peor es que estos que se reportan nada más son los crímenes que se denunciaron ante las autoridades (4%) pues de la mayoría de los delitos que ocurren (96%) no se entera la policía ni el Ministerio Público, pues los ciudadanos en nuestra inmensa mayoría preferimos no denunciar. Es decir, gobierno y sociedad desconocemos la llamada “cifra negra”.

Es ingenuo –por decirlo suavemente- suponer que sin datos precisos, sea posible cambiar la situación y restablecer la seguridad y la paz. La falta de un diagnóstico actualizado, preciso y completo del fenómeno criminal en el Estado de México es, justamente, la primera causa de la descomposición social creciente que padecemos.

La buena noticia es que en el seno del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el gobernador del Estado, conjuntamente con sus homólogos, representantes de los municipios del país, integrantes de la sociedad civil y el titular del Ejecutivo Federal, aprobaron el Modelo de Policía y Justicia Cívica y, al hacerlo se comprometieron a entregar un diagnóstico de la situación que prevalece en los municipios de sus entidades, elaborado a partir de encuestas de victimización ciudadana, de las que derivará una política pública para abatir al crimen en todo el territorio y en todas sus expresiones, con una participación más ordenada e inteligente que ahora, de todos los poderes y ámbitos de gobierno, así como de la ciudadanía.

Hacer de la buena nueva, una nueva realidad, depende de todos. Es el momento de poner manos a la obra para materializar el documento que aprobaron los gobernadores, y recuperar pronto la armonía social y la seguridad pública.

@HuicocheaAlanis