/ miércoles 8 de enero de 2020

Vida Pública | En 2020 el legado de Alfredo del Mazo


Éste es el mejor año para que Alfredo Del Mazo Maza consolide su legado. Así como su abuelo dejó huella por ser el visionario gestor hidráulico que impidió la crisis por carencia de agua en el Valle de México, y su padre lo hizo al dar paso a la administración pública estatal de visión moderna, en 2020 nuestro gobernador tiene la gran oportunidad de refrendar su estirpe, al inscribir su nombre en la historia con el legado que desee caracterizar a su gobierno, entusiasmar, sumar y hasta enorgullecer a sus gobernados, de modo que, más adelante, habrá de transmitir en forma de herencia a nuestra enorme comunidad, un verdadero legado histórico. Es el momento de hacernos ver cómo desea ser reconocido y recordado. A su paso por la vida pública, cada gobernante crea, voluntariamente o no, su propio legado histórico, cultural y político; como un cometa, deja una estela de su trayectoria; y tal es su sello distintivo, su aportación a la comunidad. El legado es positivo cuando corresponde a una aspiración de la ciudadanía, a un deseo compartido por todos, a una necesidad social debidamente atendida por el gobierno.

Hoy el imperativo de los mexiquenses es la seguridad y la justicia. Y esa es también la oportunidad que la realidad ofrece al ejecutivo estatal de hacer un muy buen gobierno y construir un gran legado. La demanda ciudadana de paz y armonía es tan generalizada y está tan viva, que es posible afirmar que en el Estado de México, el único legado posible pasa por recuperar la seguridad y la justicia.

El Lic. Alfredo Del Mazo puede trabajar para consolidarse como "el gobernador de las mujeres", como algunos lo han llamado, únicamente si lo hace con más y mejores resultados en seguridad.

Por supuesto es posible lograrlo y existe una guía para hacerlo. El Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica, aprobado por el Consejo Nacional de Seguridad Pública; es decir, un documento oficial del régimen actual, describe y explica lo que hay que hacer, comenzando por aumentar el estado de fuerza para cubrir las necesidades operativas, depurar las corporaciones, garantizar salarios, condiciones y prestaciones laborales no solo dignas, sino competitivas, así como un sistema de ascensos basados en el desempeño y no en la jerarquía y, lo más importante: medir y describir la percepción de inseguridad, los delitos que ocurren aunque no se denuncian y el perfil de los criminales, en cada uno de los cuadrantes en los que se divide cada uno de los municipios que integran la entidad, lo cual se complementa con aplicación de sanciones visibles para todos, de modo que toda falta administrativa o delito, así sea menor, sea clara y ejemplarmente sancionada, en muchas ocasiones por medio de trabajos a favor de la comunidad, en sentencias dictadas por juzgados cívicos que operen con transparencia en todos los municipios del Estado.

De hecho hoy, en nuestro país, nada más el representante popular que asume plenamente la obligación jurídica, ética, política e histórica de enfrentar a la inseguridad, puede decir que ejerce el gobierno. Los demás, quizá administran asuntos públicos.

Como se advierte, siendo riesgosas, todas las que hay que realizar, son tareas relativamente sencillas de ejecutar en corto tiempo, justamente en un año, un año como 2020, el año de la gran oportunidad para crear un legado inolvidable de un gran ejercicio de gobierno para el Estado de México, en el que los mexiquenses comencemos a recuperar la armonía social, la seguridad y la paz.

@HuicocheaAlanis


Éste es el mejor año para que Alfredo Del Mazo Maza consolide su legado. Así como su abuelo dejó huella por ser el visionario gestor hidráulico que impidió la crisis por carencia de agua en el Valle de México, y su padre lo hizo al dar paso a la administración pública estatal de visión moderna, en 2020 nuestro gobernador tiene la gran oportunidad de refrendar su estirpe, al inscribir su nombre en la historia con el legado que desee caracterizar a su gobierno, entusiasmar, sumar y hasta enorgullecer a sus gobernados, de modo que, más adelante, habrá de transmitir en forma de herencia a nuestra enorme comunidad, un verdadero legado histórico. Es el momento de hacernos ver cómo desea ser reconocido y recordado. A su paso por la vida pública, cada gobernante crea, voluntariamente o no, su propio legado histórico, cultural y político; como un cometa, deja una estela de su trayectoria; y tal es su sello distintivo, su aportación a la comunidad. El legado es positivo cuando corresponde a una aspiración de la ciudadanía, a un deseo compartido por todos, a una necesidad social debidamente atendida por el gobierno.

Hoy el imperativo de los mexiquenses es la seguridad y la justicia. Y esa es también la oportunidad que la realidad ofrece al ejecutivo estatal de hacer un muy buen gobierno y construir un gran legado. La demanda ciudadana de paz y armonía es tan generalizada y está tan viva, que es posible afirmar que en el Estado de México, el único legado posible pasa por recuperar la seguridad y la justicia.

El Lic. Alfredo Del Mazo puede trabajar para consolidarse como "el gobernador de las mujeres", como algunos lo han llamado, únicamente si lo hace con más y mejores resultados en seguridad.

Por supuesto es posible lograrlo y existe una guía para hacerlo. El Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica, aprobado por el Consejo Nacional de Seguridad Pública; es decir, un documento oficial del régimen actual, describe y explica lo que hay que hacer, comenzando por aumentar el estado de fuerza para cubrir las necesidades operativas, depurar las corporaciones, garantizar salarios, condiciones y prestaciones laborales no solo dignas, sino competitivas, así como un sistema de ascensos basados en el desempeño y no en la jerarquía y, lo más importante: medir y describir la percepción de inseguridad, los delitos que ocurren aunque no se denuncian y el perfil de los criminales, en cada uno de los cuadrantes en los que se divide cada uno de los municipios que integran la entidad, lo cual se complementa con aplicación de sanciones visibles para todos, de modo que toda falta administrativa o delito, así sea menor, sea clara y ejemplarmente sancionada, en muchas ocasiones por medio de trabajos a favor de la comunidad, en sentencias dictadas por juzgados cívicos que operen con transparencia en todos los municipios del Estado.

De hecho hoy, en nuestro país, nada más el representante popular que asume plenamente la obligación jurídica, ética, política e histórica de enfrentar a la inseguridad, puede decir que ejerce el gobierno. Los demás, quizá administran asuntos públicos.

Como se advierte, siendo riesgosas, todas las que hay que realizar, son tareas relativamente sencillas de ejecutar en corto tiempo, justamente en un año, un año como 2020, el año de la gran oportunidad para crear un legado inolvidable de un gran ejercicio de gobierno para el Estado de México, en el que los mexiquenses comencemos a recuperar la armonía social, la seguridad y la paz.

@HuicocheaAlanis