/ miércoles 16 de septiembre de 2020

Vida Pública | Gobierno "fitness" en acción 

El Gobernador Alfredo Del Mazo Maza ha puesto en marcha la primera gran reforma administrativa del siglo XXI. Fusionar 6 secretarías, crear una enfocada en el mejoramiento de las condiciones vida para las mujeres y ampliar la mirada para atender a cabalidad la importancia del campo en la vida contemporánea, son la parte más visible de una muy profunda y amplia reforma a la administración pública del Estado de México que el Gobernador ha iniciado; se trata de contar con un aparato gubernamental con actitud y aptitud para hacer más, con menos recursos. Un gobierno fitness -como al que el 30 de abril pasado habíamos hecho alusión en este mismo espacio- cobró forma el lunes en una importante iniciativa de reforma legal que el Ejecutivo del Estado envió para su análisis, discusión y eventual aprobación al Poder Legislativo.

Los medios de comunicación han llamado la atención en el cambio estructural de las oficinas de gobierno, pues se trata de la medida más drástica en los últimos 30 años, y la primera desde entonces con tendencia minimalista; es decir, orientada a la reducción en el tamaño del aparato público. Sin embargo, para que despliegue todo su potencial modernizador y genere un impacto todavía mayor en la vida cotidiana de los mexiquenses, trayendo como resultado una todavía mejor relación entre el gobierno y la sociedad y el robustecimiento del vínculo de confianza que debe prevalecer, una vez reformadas las estructuras que es lo que requiere el primer cambio legal, será oportuno, conveniente e indispensable, la reforma sea secundada y acompañada de la modernización en los procesos; cambios en los hábitos, lugares, horarios y modos de atención y de trabajo, incluyendo el teletrabajo y el trabajo a distancia; la tecnificación de los procedimientos, digitalización de los trámites y servicios gubernamentales; de la mano de la capacitación de los servidores públicos, y el achicamiento de las oficinas de atención al público, al tiempo de la multiplicación de los canales, formas, horarios y modos de contacto con los ciudadanos por medio de las tecnologías de la información y comunicación; reducción de plazos y requisitos, incorporación generalizado del uso de firma electrónica; incremento en la calidad y rapidez de atención, sin detrimento de la calidez de los servicios públicos; reducción de márgenes para la corrupción por el incremento de mecanismos electromagnéticos que favorecen la transparencia; y el muy sano mejoramiento del clima laboral y de la calidad de vida de los trabajadores al servicio del estado de México y sus municipios.

Como se anotó arriba, la reforma estructural permitirá hacer más con menos; la reforma de los procesos, hacerlo mejor.

Por supuesto la sociedad desea contar con un gobierno menos costoso, y también quiere y merece que sea más eficaz. El proceso de mejoramiento es permanente e inacabable, y en ese sentido el paso dado con la presentación de esta iniciativa, es un acelerador, muy necesario para el episodio que vivimos en 2020 derivado de Covid_19. En el Estado de México hay experiencia respecto a reformas estructurales de la administración pública; hace tres décadas hubo un esfuerzo similar que dio buenos resultados, en respuesta a la crisis fiscal de los años 90 del siglo pasado; en ese entonces la reforma estructural y de reducción de personal favoreció el control del gasto corriente y la generación de economías. Pero en aquella época no contábamos con las maravillosas herramientas de las que hoy disponemos como el Internet, la banda ancha, y la profusión en el uso de los dispositivos móviles y los algoritmos aplicados en soluciones óptimas, que en este momento nos permiten dar un paso más allá, una vez rediseñado el aparato gubernamental podremos ir hacia la consolidación del gobierno digital, la institucionalización del teletrabajo -enseñanza positiva de esta terrible pandemia- y la tecnificación acelerada de los servidores públicos a efecto de desarrollar su potencial.

El Gobernador ha puesto en la mesa un tema de importancia fundamental y un planteamiento vanguardista, corresponde a los diputados locales la última palabra.

@HuicocheaAlanis

El Gobernador Alfredo Del Mazo Maza ha puesto en marcha la primera gran reforma administrativa del siglo XXI. Fusionar 6 secretarías, crear una enfocada en el mejoramiento de las condiciones vida para las mujeres y ampliar la mirada para atender a cabalidad la importancia del campo en la vida contemporánea, son la parte más visible de una muy profunda y amplia reforma a la administración pública del Estado de México que el Gobernador ha iniciado; se trata de contar con un aparato gubernamental con actitud y aptitud para hacer más, con menos recursos. Un gobierno fitness -como al que el 30 de abril pasado habíamos hecho alusión en este mismo espacio- cobró forma el lunes en una importante iniciativa de reforma legal que el Ejecutivo del Estado envió para su análisis, discusión y eventual aprobación al Poder Legislativo.

Los medios de comunicación han llamado la atención en el cambio estructural de las oficinas de gobierno, pues se trata de la medida más drástica en los últimos 30 años, y la primera desde entonces con tendencia minimalista; es decir, orientada a la reducción en el tamaño del aparato público. Sin embargo, para que despliegue todo su potencial modernizador y genere un impacto todavía mayor en la vida cotidiana de los mexiquenses, trayendo como resultado una todavía mejor relación entre el gobierno y la sociedad y el robustecimiento del vínculo de confianza que debe prevalecer, una vez reformadas las estructuras que es lo que requiere el primer cambio legal, será oportuno, conveniente e indispensable, la reforma sea secundada y acompañada de la modernización en los procesos; cambios en los hábitos, lugares, horarios y modos de atención y de trabajo, incluyendo el teletrabajo y el trabajo a distancia; la tecnificación de los procedimientos, digitalización de los trámites y servicios gubernamentales; de la mano de la capacitación de los servidores públicos, y el achicamiento de las oficinas de atención al público, al tiempo de la multiplicación de los canales, formas, horarios y modos de contacto con los ciudadanos por medio de las tecnologías de la información y comunicación; reducción de plazos y requisitos, incorporación generalizado del uso de firma electrónica; incremento en la calidad y rapidez de atención, sin detrimento de la calidez de los servicios públicos; reducción de márgenes para la corrupción por el incremento de mecanismos electromagnéticos que favorecen la transparencia; y el muy sano mejoramiento del clima laboral y de la calidad de vida de los trabajadores al servicio del estado de México y sus municipios.

Como se anotó arriba, la reforma estructural permitirá hacer más con menos; la reforma de los procesos, hacerlo mejor.

Por supuesto la sociedad desea contar con un gobierno menos costoso, y también quiere y merece que sea más eficaz. El proceso de mejoramiento es permanente e inacabable, y en ese sentido el paso dado con la presentación de esta iniciativa, es un acelerador, muy necesario para el episodio que vivimos en 2020 derivado de Covid_19. En el Estado de México hay experiencia respecto a reformas estructurales de la administración pública; hace tres décadas hubo un esfuerzo similar que dio buenos resultados, en respuesta a la crisis fiscal de los años 90 del siglo pasado; en ese entonces la reforma estructural y de reducción de personal favoreció el control del gasto corriente y la generación de economías. Pero en aquella época no contábamos con las maravillosas herramientas de las que hoy disponemos como el Internet, la banda ancha, y la profusión en el uso de los dispositivos móviles y los algoritmos aplicados en soluciones óptimas, que en este momento nos permiten dar un paso más allá, una vez rediseñado el aparato gubernamental podremos ir hacia la consolidación del gobierno digital, la institucionalización del teletrabajo -enseñanza positiva de esta terrible pandemia- y la tecnificación acelerada de los servidores públicos a efecto de desarrollar su potencial.

El Gobernador ha puesto en la mesa un tema de importancia fundamental y un planteamiento vanguardista, corresponde a los diputados locales la última palabra.

@HuicocheaAlanis