/ miércoles 8 de abril de 2020

Vida Pública | Protejamos a mujeres y niñas

#QuédateEnCasa es la expresión más utilizada en todo el planeta, se trata de una buena medida que, no obstante sus buenos resultados y mejores propósitos, también está acarreando terribles efectos colaterales en todo el mundo.

En Estados Unidos, de acuerdo con el Reporte Axios, a consecuencia del encierro de 245 millones de personas en sus domicilios en ese país, las personas fuman más, se drogan más e ingieren más calorías. La ingesta de vinos, destilados y cerveza ha crecido 66, 75 y 42 por ciento respectivamente; la venta de droga, donde es permitida y cuya distribución también se registra, también ah crecido; y las entregas a domicilio de comida rica en carbohidratos se ha incrementado 243 por ciento en una semana.

Pero en México los datos son más alarmantes. La organización social Red de Refugios Comprometidos con la Igualdad de Género, que enlaza a 72 sitios de rescate y asistencia para mujeres víctimas de violencia en 22 entidades del país, informó que ese tipo de agresiones se ha incrementado en 60 por ciento, nada más en lo que va de la cuarentena. Por su parte el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública -de acuerdo con el columnista Héctor de Mauleón, publicada ayer en el diario El Universal- asegura que en el Estado de México, durante febrero las llamadas de denuncia de violencia fue de 4,197, pero para marzo creció hasta 4,861., pero el mayor repunte ocurrió entre el 18 y el 24 del mes pasado. Y lo peor, de 6 feminicidios ocurridos hace tres meses, pasamos a 15 en marzo.

Es urgente tomar medidas con perspectiva de género. Por supuesto es relevante permanecer en casa, pero sería necesario que la población que suele ser víctima de las agresiones: las mujeres y las niñas puedan contar con un mecanismos de emergencia o herramientas que les permitan pedir ayuda de manera oportuna, hacer un llamado de auxilio que alerte inmediatamente a las autoridades, sobre todo a la policía más próxima, pero también a su respectiva red de apoyo de amigos y vecinos, para que se enteren en tiempo real de todo episodio de violencia que se dispare en su contra.

Lo anterior es tecnológicamente posible y financieramente viable pues, si bien resultaría costoso para una persona en lo individual, seguramente es accesible para cualquier instancia pública o privada. Sería como armar a cada niña y mujer de un botón de alerta en su teléfono celular, con el que pueda pedir ayuda inmediatamente. Salvar la vida ante COVID19 pasa por salvar a las personas de la violencia y la delincuencia.

@HuicocheaAlanis

#QuédateEnCasa es la expresión más utilizada en todo el planeta, se trata de una buena medida que, no obstante sus buenos resultados y mejores propósitos, también está acarreando terribles efectos colaterales en todo el mundo.

En Estados Unidos, de acuerdo con el Reporte Axios, a consecuencia del encierro de 245 millones de personas en sus domicilios en ese país, las personas fuman más, se drogan más e ingieren más calorías. La ingesta de vinos, destilados y cerveza ha crecido 66, 75 y 42 por ciento respectivamente; la venta de droga, donde es permitida y cuya distribución también se registra, también ah crecido; y las entregas a domicilio de comida rica en carbohidratos se ha incrementado 243 por ciento en una semana.

Pero en México los datos son más alarmantes. La organización social Red de Refugios Comprometidos con la Igualdad de Género, que enlaza a 72 sitios de rescate y asistencia para mujeres víctimas de violencia en 22 entidades del país, informó que ese tipo de agresiones se ha incrementado en 60 por ciento, nada más en lo que va de la cuarentena. Por su parte el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública -de acuerdo con el columnista Héctor de Mauleón, publicada ayer en el diario El Universal- asegura que en el Estado de México, durante febrero las llamadas de denuncia de violencia fue de 4,197, pero para marzo creció hasta 4,861., pero el mayor repunte ocurrió entre el 18 y el 24 del mes pasado. Y lo peor, de 6 feminicidios ocurridos hace tres meses, pasamos a 15 en marzo.

Es urgente tomar medidas con perspectiva de género. Por supuesto es relevante permanecer en casa, pero sería necesario que la población que suele ser víctima de las agresiones: las mujeres y las niñas puedan contar con un mecanismos de emergencia o herramientas que les permitan pedir ayuda de manera oportuna, hacer un llamado de auxilio que alerte inmediatamente a las autoridades, sobre todo a la policía más próxima, pero también a su respectiva red de apoyo de amigos y vecinos, para que se enteren en tiempo real de todo episodio de violencia que se dispare en su contra.

Lo anterior es tecnológicamente posible y financieramente viable pues, si bien resultaría costoso para una persona en lo individual, seguramente es accesible para cualquier instancia pública o privada. Sería como armar a cada niña y mujer de un botón de alerta en su teléfono celular, con el que pueda pedir ayuda inmediatamente. Salvar la vida ante COVID19 pasa por salvar a las personas de la violencia y la delincuencia.

@HuicocheaAlanis