/ miércoles 20 de abril de 2022

Vida Pública | ¿Qué falta en seguridad pública municipal?

Sin mejora significativa en la percepción de seguridad en nuestros municipios, las personas mexiquenses observamos esperanzadas los esfuerzos que los ayuntamientos realizan con intención de lograr la primera y más urgente de sus obligaciones constitucionales.

No obstante, los loables intentos de ayuntamientos y administraciones municipales, el INEGI presentó ayer los resultados del primer trimestre del año en la materia y, si bien reporta una cierta mejoría en Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Naucalpan, la situación empeoró en Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Toluca. Los únicos municipios que registraron una mejoría estadísticamente significativa fueron Atizapán de Zaragoza y Chimalhuacán. De los restantes no se sabe, y ya se ha insistido en anteriores colaboraciones acerca de la urgente necesidad de medir la percepción de inseguridad en cada municipio, si genuinamente se pretende mejorarla.

Estos resultados contrastan con los esfuerzos que sí se están llevando a cabo. Destacan los reportes diarios del Presidente Municipal de Ecatepec que inicia todas las madrugadas pasando revista y acompañando en operativos a su policía municipal, o el ayuntamiento de Toluca que precisamente el lunes llevó a cabo la entrega de patrullas y equipo renovado para su estado de fuerza, similar a lo que hace unas semanas ocurrió en Tlalnepantla, o la Policía de Barrio presentada en San Mateo Atenco, o la Policía de Proximidad anunciada en Metepec, además de las mesas intermunicipales de coordinación que constantemente se llevan a cabo en la geografía estatal a efecto de sumar recursos y tareas de los tres ámbitos de gobierno y sociedad, en la atención de ese complejo flagelo. Al observar el despliegue institucional y contrastarlo con los resultados reportados por el INEGI, surge la pregunta ¿qué falta hacer para mejorar la seguridad pública municipal?

Por supuesto que sí es posible recuperar la seguridad y garantizar la gobernabilidad en nuestros municipios, disminuir el número de delitos, abatir el nivel de violencia en las calles y en los hogares, y mejorar la percepción de seguridad. La respuesta consiste en seis acciones estratégicas, de las que no se escucha hablar en los eventos públicos referidos tres párrafos arriba: 1. Conocer la percepción de inseguridad de cada municipio y por tanto el número de delitos que las personas no denuncian. 2. Determinar el universo criminal; es decir, calcular el número de delincuentes y en la mayoría de los casos identificarlos, ubicarlos y monitorearlos en funciones de investigación proactiva, en coordinación con la Fiscalía de Justicia de la entidad. 3. Articular la política criminal municipal, que significa la coordinación con la FJ ya referida, plasmada en documentos jurídicos y programáticos. 4. Implementar policía de proximidad, lo que implica patrullaje inteligente y focalizado con objetivos claros, instalación de estaciones de policía como centros de ayuda comunitaria. 5. Dar paso a policía de investigación, con capacidad de procesar jurídicamente cada caso en colaboración con la FJ para evitar la puerta giratoria y garantizar que quien la haga, la pague. 6. Certificar a la policía conforme a estándares internacionales y garantizar un trabajo decente para todos sus integrantes. Y 7. Que los ayuntamientos cumplan su obligación constitucional de procurar Justicia Cívica para resolver todos los conflictos que derivan de la convivencia cotidiana (para lo cual no estaría mal revisar y actualizar la hoy confusa figura del Oficial Calificador en la legislación mexiquense). Estos son los pasos que falta dar para mejorar la percepción de seguridad pública municipal.

@HuicocheaAlanis

Sin mejora significativa en la percepción de seguridad en nuestros municipios, las personas mexiquenses observamos esperanzadas los esfuerzos que los ayuntamientos realizan con intención de lograr la primera y más urgente de sus obligaciones constitucionales.

No obstante, los loables intentos de ayuntamientos y administraciones municipales, el INEGI presentó ayer los resultados del primer trimestre del año en la materia y, si bien reporta una cierta mejoría en Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Naucalpan, la situación empeoró en Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Toluca. Los únicos municipios que registraron una mejoría estadísticamente significativa fueron Atizapán de Zaragoza y Chimalhuacán. De los restantes no se sabe, y ya se ha insistido en anteriores colaboraciones acerca de la urgente necesidad de medir la percepción de inseguridad en cada municipio, si genuinamente se pretende mejorarla.

Estos resultados contrastan con los esfuerzos que sí se están llevando a cabo. Destacan los reportes diarios del Presidente Municipal de Ecatepec que inicia todas las madrugadas pasando revista y acompañando en operativos a su policía municipal, o el ayuntamiento de Toluca que precisamente el lunes llevó a cabo la entrega de patrullas y equipo renovado para su estado de fuerza, similar a lo que hace unas semanas ocurrió en Tlalnepantla, o la Policía de Barrio presentada en San Mateo Atenco, o la Policía de Proximidad anunciada en Metepec, además de las mesas intermunicipales de coordinación que constantemente se llevan a cabo en la geografía estatal a efecto de sumar recursos y tareas de los tres ámbitos de gobierno y sociedad, en la atención de ese complejo flagelo. Al observar el despliegue institucional y contrastarlo con los resultados reportados por el INEGI, surge la pregunta ¿qué falta hacer para mejorar la seguridad pública municipal?

Por supuesto que sí es posible recuperar la seguridad y garantizar la gobernabilidad en nuestros municipios, disminuir el número de delitos, abatir el nivel de violencia en las calles y en los hogares, y mejorar la percepción de seguridad. La respuesta consiste en seis acciones estratégicas, de las que no se escucha hablar en los eventos públicos referidos tres párrafos arriba: 1. Conocer la percepción de inseguridad de cada municipio y por tanto el número de delitos que las personas no denuncian. 2. Determinar el universo criminal; es decir, calcular el número de delincuentes y en la mayoría de los casos identificarlos, ubicarlos y monitorearlos en funciones de investigación proactiva, en coordinación con la Fiscalía de Justicia de la entidad. 3. Articular la política criminal municipal, que significa la coordinación con la FJ ya referida, plasmada en documentos jurídicos y programáticos. 4. Implementar policía de proximidad, lo que implica patrullaje inteligente y focalizado con objetivos claros, instalación de estaciones de policía como centros de ayuda comunitaria. 5. Dar paso a policía de investigación, con capacidad de procesar jurídicamente cada caso en colaboración con la FJ para evitar la puerta giratoria y garantizar que quien la haga, la pague. 6. Certificar a la policía conforme a estándares internacionales y garantizar un trabajo decente para todos sus integrantes. Y 7. Que los ayuntamientos cumplan su obligación constitucional de procurar Justicia Cívica para resolver todos los conflictos que derivan de la convivencia cotidiana (para lo cual no estaría mal revisar y actualizar la hoy confusa figura del Oficial Calificador en la legislación mexiquense). Estos son los pasos que falta dar para mejorar la percepción de seguridad pública municipal.

@HuicocheaAlanis