/ miércoles 1 de septiembre de 2021

Vida Pública | ¿Qué le toca a quién?


"¿Qué le toca a quién?" se preguntó y preguntó el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México la semana pasada y, en una más de las muy acertadas acciones lideradas por su Presidente, Ricardo Sodi Cuéllar, provocó las respuestas de decenas de especialistas y académicos de primerísimo nivel, participantes en el 1er Congreso Nacional sobre Federalismo Judicial, quienes a partir de esa pregunta detonadora, analizaron el federalismo mexicano; es decir, la forma de gobierno de nuestro país, lo que significa la distribución de atribuciones, responsabilidades y tareas que debe cumplir cada ámbito: el municipal, el estatal y el federal. La manera como los mexicanos organizamos al poder público, para que sirva más y mejor a todas las personas.
Muchas y muy aleccionadoras conferencias y planteamientos escuchamos en los más diversos aspectos de nuestra vida pública. Fue y es, pues las sesiones se pueden consultar en las redes sociales, de gran utilidad para todos, cosa que mucho agradecemos a esa gran institución.
No obstante, hasta ahora no he encontrado -aunque ciertamente no he podido terminar de ver todos los eventos- alguna relfexión que se haya dado acerca del asunto de la vida nacional más significativo para los mexicanos: la seguridad pública.
Y ciertamente hace falta precisar qué le toca a quién en seguridad pública ya que, hasta ahora, ni el más docto abogado puede precisar con claridad meridiana, qué le corresponde realizar a la Guardia Nacional, qué a las policías estatales y qué le toca a las municipales. Y éste es el origen del desastre en el que nos encontramos, todas esas corporaciones hacen lo mismo, y por lo tanto ninguna hace lo que debería. Los resultados saltan a la vista y los padecemos todos los días.
Sí, hace falta revisar el federalismo de la seguridad pública en el país, para determinar qué le toca a quién, y así podamos evaluar a cada cuerpo policial y a cada policía en lo individual, para reconocerlo, para dignificarlo, para valorarlo, para sancionarlo, si fuera el caso, y para iniciar el proceso de mejora contínua que tanto necesita nuestro país.
Al respecto el Instituto de Administración Pública del Estado de México ha hecho suya la propuesta de Bernardo León Olea, disponible en el sitio Internet del IAPEM, en publicación electrónica de casi mil páginas, que plantea, explica y argumenta, la reforma a los artículos 17, 21, 102, 115 y 124 de la Constitución Federal, entre otros, que permitiría "federalizar" claramente la seguridad pública, trayendo como beneficios de corto plazo eficacia, profesionalización, eficiencia y formas de autofinanciamiento, para que las policías cumplan su función original, rindan buenas cuentas y se conviertan en salvaguardas de nuestra vida civilizada.
La idea es que la Guardia Nacional deje de ser como una policía municipal gigante, con sus méritos y deméritos, pero a lo grande; que la policía estatal sea el cuerpo que resguarde caminos, atienda subsidiariamente a las municipales, y sirva de gozne entre ámbitos de policía; y sobre todo, que la policía municipal funcione en proximidad de la comunidad, adquiera el profesionalismo y prestigio de las corporaciones más famosas del mundo, recupere su papel central de la vida en comunidad y sea proactiva; es decir que, a partir de investigaciones detectivescas, no sólo prevenga, sino anticipe la comisión de delitos. Que invitamos la pirámide y entendamos que la policía más importante, de la que dependerá nuestra seguridad es la municipal.
@HuicocheaAlanis


"¿Qué le toca a quién?" se preguntó y preguntó el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México la semana pasada y, en una más de las muy acertadas acciones lideradas por su Presidente, Ricardo Sodi Cuéllar, provocó las respuestas de decenas de especialistas y académicos de primerísimo nivel, participantes en el 1er Congreso Nacional sobre Federalismo Judicial, quienes a partir de esa pregunta detonadora, analizaron el federalismo mexicano; es decir, la forma de gobierno de nuestro país, lo que significa la distribución de atribuciones, responsabilidades y tareas que debe cumplir cada ámbito: el municipal, el estatal y el federal. La manera como los mexicanos organizamos al poder público, para que sirva más y mejor a todas las personas.
Muchas y muy aleccionadoras conferencias y planteamientos escuchamos en los más diversos aspectos de nuestra vida pública. Fue y es, pues las sesiones se pueden consultar en las redes sociales, de gran utilidad para todos, cosa que mucho agradecemos a esa gran institución.
No obstante, hasta ahora no he encontrado -aunque ciertamente no he podido terminar de ver todos los eventos- alguna relfexión que se haya dado acerca del asunto de la vida nacional más significativo para los mexicanos: la seguridad pública.
Y ciertamente hace falta precisar qué le toca a quién en seguridad pública ya que, hasta ahora, ni el más docto abogado puede precisar con claridad meridiana, qué le corresponde realizar a la Guardia Nacional, qué a las policías estatales y qué le toca a las municipales. Y éste es el origen del desastre en el que nos encontramos, todas esas corporaciones hacen lo mismo, y por lo tanto ninguna hace lo que debería. Los resultados saltan a la vista y los padecemos todos los días.
Sí, hace falta revisar el federalismo de la seguridad pública en el país, para determinar qué le toca a quién, y así podamos evaluar a cada cuerpo policial y a cada policía en lo individual, para reconocerlo, para dignificarlo, para valorarlo, para sancionarlo, si fuera el caso, y para iniciar el proceso de mejora contínua que tanto necesita nuestro país.
Al respecto el Instituto de Administración Pública del Estado de México ha hecho suya la propuesta de Bernardo León Olea, disponible en el sitio Internet del IAPEM, en publicación electrónica de casi mil páginas, que plantea, explica y argumenta, la reforma a los artículos 17, 21, 102, 115 y 124 de la Constitución Federal, entre otros, que permitiría "federalizar" claramente la seguridad pública, trayendo como beneficios de corto plazo eficacia, profesionalización, eficiencia y formas de autofinanciamiento, para que las policías cumplan su función original, rindan buenas cuentas y se conviertan en salvaguardas de nuestra vida civilizada.
La idea es que la Guardia Nacional deje de ser como una policía municipal gigante, con sus méritos y deméritos, pero a lo grande; que la policía estatal sea el cuerpo que resguarde caminos, atienda subsidiariamente a las municipales, y sirva de gozne entre ámbitos de policía; y sobre todo, que la policía municipal funcione en proximidad de la comunidad, adquiera el profesionalismo y prestigio de las corporaciones más famosas del mundo, recupere su papel central de la vida en comunidad y sea proactiva; es decir que, a partir de investigaciones detectivescas, no sólo prevenga, sino anticipe la comisión de delitos. Que invitamos la pirámide y entendamos que la policía más importante, de la que dependerá nuestra seguridad es la municipal.
@HuicocheaAlanis