/ domingo 1 de agosto de 2021

Vox Populi | Autodefensas

La mirada pasiva e incluso de abnegación de responsabilidad del Estado para cumplir el estado de derecho, y disminuir la impunidad es un reto mayúsculo para el futuro de Mexico. El surgimiento de las autodefensas, y la justicia por propia mano es síntoma de la salud del estado de derecho y la democracia en general que debería preocuparnos a todos, especialmente a la clase clase política de todos los partidos.

El fundamento del Estado está vinculado con el monopolio del uso de la fuerza y del cobro de impuestos. Cómo advertía Hobbes, al aceptar vivir en una civilización, los ciudadanos perdemos un poco de nuestra Iibertad a cambio de seguridad y protección. Sin embargo, la vulnerabilidad Estado frente al crimen organizado es latente, según algunas fuentes como las del comando norte del Pentágono, alrededor del 30% del territorio nacional estaría controlado por la delincuencia.

De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública en centros urbanos, para el 2o trimestre de 2021, 2 de cada 3 ciudadanos (66%) se sienten inseguros en la ciudad donde viven. En el Estado de México 8 de cada 10 se sienten inseguros. Se Trata de importantes segmentos de la población mexicana asentados principalmente en núcleos urbanos, pero también en los sectores rurales que han comenzado ha perder confianza en la capacidad del estado para castigar a los delincuentes, y con ello persiste uno de los principales problemas de nuestro estado de derecho , y de la justicia en Mexico: la impunidad que puede alcanzar hasta en el 90 % de los delitos denunciados, es decir que solo en el 10% de los casos se logra castigar a quien delinquió. Esto no considera la cifra negra de los delitos no denunciados que puede ser del 80%.

En un contexto de indefensión frente a la violencia, han surgido grupos de autodefensas, en otras palabras, la llamada justicia por propia mano que se manifiesta cuando ciudadanos sin confianza en la autoridad, deciden colgar mantas con leyendas de amenazas a los delincuentes hasta la organización de pequeños ejércitos que defienden territorios. En algunos casos han terminado en linchamientos públicos frente a la mirada atónita de las autoridades.

El surgimiento de grupos de autodefensa ha sido criticado por el Presidente López Obrador señalando que dentro de estos grupos pueden infiltrarse delincuentes. Lo cierto es que ante la narrativa del gobierno López obradorista de abrazos y no balazos, algunos ciudadanos sin confianza, ni esperanza en el Estado, han decidido organizarse y tomar por su propia cuenta la defensa de derechos de propiedad y libertades públicas.

El caldo de cultivo para que miles de jóvenes se sientan tentados a ingresar a las filas del crimen organizado continúa siendo las condiciones de desigualdad social, violencia e inseguridad que persisten en nuestro país.


La mirada pasiva e incluso de abnegación de responsabilidad del Estado para cumplir el estado de derecho, y disminuir la impunidad es un reto mayúsculo para el futuro de Mexico. El surgimiento de las autodefensas, y la justicia por propia mano es síntoma de la salud del estado de derecho y la democracia en general que debería preocuparnos a todos, especialmente a la clase clase política de todos los partidos.

El fundamento del Estado está vinculado con el monopolio del uso de la fuerza y del cobro de impuestos. Cómo advertía Hobbes, al aceptar vivir en una civilización, los ciudadanos perdemos un poco de nuestra Iibertad a cambio de seguridad y protección. Sin embargo, la vulnerabilidad Estado frente al crimen organizado es latente, según algunas fuentes como las del comando norte del Pentágono, alrededor del 30% del territorio nacional estaría controlado por la delincuencia.

De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública en centros urbanos, para el 2o trimestre de 2021, 2 de cada 3 ciudadanos (66%) se sienten inseguros en la ciudad donde viven. En el Estado de México 8 de cada 10 se sienten inseguros. Se Trata de importantes segmentos de la población mexicana asentados principalmente en núcleos urbanos, pero también en los sectores rurales que han comenzado ha perder confianza en la capacidad del estado para castigar a los delincuentes, y con ello persiste uno de los principales problemas de nuestro estado de derecho , y de la justicia en Mexico: la impunidad que puede alcanzar hasta en el 90 % de los delitos denunciados, es decir que solo en el 10% de los casos se logra castigar a quien delinquió. Esto no considera la cifra negra de los delitos no denunciados que puede ser del 80%.

En un contexto de indefensión frente a la violencia, han surgido grupos de autodefensas, en otras palabras, la llamada justicia por propia mano que se manifiesta cuando ciudadanos sin confianza en la autoridad, deciden colgar mantas con leyendas de amenazas a los delincuentes hasta la organización de pequeños ejércitos que defienden territorios. En algunos casos han terminado en linchamientos públicos frente a la mirada atónita de las autoridades.

El surgimiento de grupos de autodefensa ha sido criticado por el Presidente López Obrador señalando que dentro de estos grupos pueden infiltrarse delincuentes. Lo cierto es que ante la narrativa del gobierno López obradorista de abrazos y no balazos, algunos ciudadanos sin confianza, ni esperanza en el Estado, han decidido organizarse y tomar por su propia cuenta la defensa de derechos de propiedad y libertades públicas.

El caldo de cultivo para que miles de jóvenes se sientan tentados a ingresar a las filas del crimen organizado continúa siendo las condiciones de desigualdad social, violencia e inseguridad que persisten en nuestro país.