/ sábado 8 de mayo de 2021

Vox Populi | El agua y la agenda pública

La seguridad pública y la economía han dominado de manera intercalada las principales preocupaciones sociales durante las últimas tres décadas. Algunas coyunturas provocan que ciertos temas suban a la agenda como temblores, la pandemia del covid 19, o en el último mes, agudizado por un periodo de sequía extremo, el agua.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), alrededor del 80% del territorio nacional experimenta diversos grados de sequía, que se acentua en el norte y centro del país produciendo escacez de agua para consumo humano, para la agricultura y ganaderia. Por ejemplo en la ciudad de México y el Estado de México, en la que habitan alrededor del 25 millones de personas, el tema del agua se ha posicionado como el principal problema público. La pregunta obligada es que estamos haciendo sociedad y gobierno, cuáles son las políticas públicas para generar un consumo responsable y sustentable del agua.

Las autoridades advierten que nos encontramos en uno de los peores periodos de sequía de los últimos 30 años. Hemos visto paisajes parecidos a los narrados en la obra del llano en llamas de Juan Rulfo, descritos como superficies secas y agrietadas, incapaces para sembrar. El problema es más severo entre las personas con menores recursos, especialmente en poblaciones rurales, dependientes de la agricultura para el autoconsumo.

La falta de agua afecta municipios urbanos y rurales, grandes como Ecatepec, Neza o medianos como Jilotepec y Tejupilco en los que la agenda pública ha cambiado en pocos meses, pasando del coronoavirus, a la falta de empleo, y en el último mes,se ha centrado en el agua.

Paradójicamente, en Valle de Bravo, uno de los municipios que cuenta con una de las presas más importantes que alimenta el sistema Cutzamala, el agua es la principal preocupación de los vallesanos. De acuerdo a una encuesta realizada durante los últimos días del mes de abril, 21.3% cree que el agua es el principal problema, seguido por la inseguridad con 16.7%, desempleo 13.7%, y crisis económica 9.3% (www.parametro.com.mx).

En las últimas semanas, me ha impactado ver lagunas secas como la de Ojuelos, o presas con niveles bajos como la de Villa Victoria o Valle de Bravo que según las autoridades se encuentra al 40% de su capacidad, situación poco frecuente en los últimas decadas. Me preocupó, y la primera impresión fue recordar, la pileta de mi casa sin agua.

Lo mejor es que las lluvias están por llegar en las próximas semanas, el agua cedera su lugar como principal problema pública, y las presas se recuperarán, sin embargo el problema es ciclico, y tendremos un nuevo periodo de sequía el año próximo. Lo malo, es que si continuamos con el mismo modelo de consumo sin responsabilidad, nos enfrentemos a situaciones de escasez y conflicto por el agua, no solo por la demanda, sino por la sobreexplotación y la calidad del agua que consumimos.

La seguridad pública y la economía han dominado de manera intercalada las principales preocupaciones sociales durante las últimas tres décadas. Algunas coyunturas provocan que ciertos temas suban a la agenda como temblores, la pandemia del covid 19, o en el último mes, agudizado por un periodo de sequía extremo, el agua.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), alrededor del 80% del territorio nacional experimenta diversos grados de sequía, que se acentua en el norte y centro del país produciendo escacez de agua para consumo humano, para la agricultura y ganaderia. Por ejemplo en la ciudad de México y el Estado de México, en la que habitan alrededor del 25 millones de personas, el tema del agua se ha posicionado como el principal problema público. La pregunta obligada es que estamos haciendo sociedad y gobierno, cuáles son las políticas públicas para generar un consumo responsable y sustentable del agua.

Las autoridades advierten que nos encontramos en uno de los peores periodos de sequía de los últimos 30 años. Hemos visto paisajes parecidos a los narrados en la obra del llano en llamas de Juan Rulfo, descritos como superficies secas y agrietadas, incapaces para sembrar. El problema es más severo entre las personas con menores recursos, especialmente en poblaciones rurales, dependientes de la agricultura para el autoconsumo.

La falta de agua afecta municipios urbanos y rurales, grandes como Ecatepec, Neza o medianos como Jilotepec y Tejupilco en los que la agenda pública ha cambiado en pocos meses, pasando del coronoavirus, a la falta de empleo, y en el último mes,se ha centrado en el agua.

Paradójicamente, en Valle de Bravo, uno de los municipios que cuenta con una de las presas más importantes que alimenta el sistema Cutzamala, el agua es la principal preocupación de los vallesanos. De acuerdo a una encuesta realizada durante los últimos días del mes de abril, 21.3% cree que el agua es el principal problema, seguido por la inseguridad con 16.7%, desempleo 13.7%, y crisis económica 9.3% (www.parametro.com.mx).

En las últimas semanas, me ha impactado ver lagunas secas como la de Ojuelos, o presas con niveles bajos como la de Villa Victoria o Valle de Bravo que según las autoridades se encuentra al 40% de su capacidad, situación poco frecuente en los últimas decadas. Me preocupó, y la primera impresión fue recordar, la pileta de mi casa sin agua.

Lo mejor es que las lluvias están por llegar en las próximas semanas, el agua cedera su lugar como principal problema pública, y las presas se recuperarán, sin embargo el problema es ciclico, y tendremos un nuevo periodo de sequía el año próximo. Lo malo, es que si continuamos con el mismo modelo de consumo sin responsabilidad, nos enfrentemos a situaciones de escasez y conflicto por el agua, no solo por la demanda, sino por la sobreexplotación y la calidad del agua que consumimos.