/ domingo 20 de marzo de 2022

Vox Populi | El legado del 8 de marzo

El 8 de marzo se celebró el día internacional de la mujer. En octubre de 2017, mujeres violentadas se atrevieron a hablar y denunciar situaciones de acoso y violencia en la industria del cine. A partir de ahí, se han desencadenado múltiples denuncias de acoso y violencia contra mujeres en el deporte, la política, los espectáculos e incluso en la academia.

La violencia de género tiene un alto impacto como la denuncia de la cantante Sahsa Sokol, quien acusó Luis de Llano, icónico productor de contenidos de Televisa, de haber mantenido una relación con ella cuando tenía 14 años, y el alrededor de 40, y además era su productor y manager. Una relación entre un adulto, y un menor es asimétrica, desigual y bajo nuestras leyes, es un delito. A pesar de que se sabía de esto en el pasado, ahora ha sido condenado tajantemente por la opinión pública. Por décadas, hemos tolerado conductas de violencia para mujeres, y de clasismo en general. El legado del 8 de marzo nos convoca a no callar, a desterrar comportamientos y lenguaje heredado al estilo de “calladita, te ves más bonita”, de “en eso no me meto, y no juzgo”.


Los llamados tendederos en el que estudiantes de distintas universidades como UAEMEX, Tec Milenio, Tec de Monterrey visibilizan situaciones de acoso y violencia dentro de sus escuelas son cada vez más frecuentes, y deben ser atendidos a la brevedad. Si bien, desde las instituciones se les invita a denunciar formalmente, la naturaleza del caso amerita que sean acompañadas hasta completar el proceso porque involucra tanto el daño a la víctima como el prestigio del supuesto agresor. En muchas denuncias se demanda equidad, en otras parece una catarsis, un grito ahogado durante mucho tiempo que ahora se puede expresar, en otras se percibe enojo y frustración.


Desde la narrativa oficial, se ha declarado que el actual gobierno es el más feminista de la historia, sin embargo a la luz de diversas encuestas, las mujeres en general son el segmento más critico, y las más jóvenes son aún más críticas con la gestión de AMLO. En general, la imagen de los gobiernos son percibidas negativamente por el movimiento feminista. En la coyuntura del 8 de marzo, se han registrado los mínimos históricos para la aprobación del Presidente que ronda 56%, pero entre las mujeres alcanza 52%. De acuerdo a Alejandro Moreno de El Financiero, entre las mujeres jóvenes de 18-29 años la aprobación cae a 43%, de 30-49 alcanza 51%, y entre las mujeres de 50 y más sube a 73 %.


El legado del 8 de marzo como el día internacional de la mujer nos convoca a celebrarlo en la medida que avancemos en la equidad de género laboral, de justicia, y a cambiar nuestro silencio, por exigencia de justicia. La impunidad de más del 90% de delitos, que signfica que estos no son castigados ni procesados, representa la deuda más grande del Estado con el movimiento feminista y la sociedad en general.


El 8 de marzo se celebró el día internacional de la mujer. En octubre de 2017, mujeres violentadas se atrevieron a hablar y denunciar situaciones de acoso y violencia en la industria del cine. A partir de ahí, se han desencadenado múltiples denuncias de acoso y violencia contra mujeres en el deporte, la política, los espectáculos e incluso en la academia.

La violencia de género tiene un alto impacto como la denuncia de la cantante Sahsa Sokol, quien acusó Luis de Llano, icónico productor de contenidos de Televisa, de haber mantenido una relación con ella cuando tenía 14 años, y el alrededor de 40, y además era su productor y manager. Una relación entre un adulto, y un menor es asimétrica, desigual y bajo nuestras leyes, es un delito. A pesar de que se sabía de esto en el pasado, ahora ha sido condenado tajantemente por la opinión pública. Por décadas, hemos tolerado conductas de violencia para mujeres, y de clasismo en general. El legado del 8 de marzo nos convoca a no callar, a desterrar comportamientos y lenguaje heredado al estilo de “calladita, te ves más bonita”, de “en eso no me meto, y no juzgo”.


Los llamados tendederos en el que estudiantes de distintas universidades como UAEMEX, Tec Milenio, Tec de Monterrey visibilizan situaciones de acoso y violencia dentro de sus escuelas son cada vez más frecuentes, y deben ser atendidos a la brevedad. Si bien, desde las instituciones se les invita a denunciar formalmente, la naturaleza del caso amerita que sean acompañadas hasta completar el proceso porque involucra tanto el daño a la víctima como el prestigio del supuesto agresor. En muchas denuncias se demanda equidad, en otras parece una catarsis, un grito ahogado durante mucho tiempo que ahora se puede expresar, en otras se percibe enojo y frustración.


Desde la narrativa oficial, se ha declarado que el actual gobierno es el más feminista de la historia, sin embargo a la luz de diversas encuestas, las mujeres en general son el segmento más critico, y las más jóvenes son aún más críticas con la gestión de AMLO. En general, la imagen de los gobiernos son percibidas negativamente por el movimiento feminista. En la coyuntura del 8 de marzo, se han registrado los mínimos históricos para la aprobación del Presidente que ronda 56%, pero entre las mujeres alcanza 52%. De acuerdo a Alejandro Moreno de El Financiero, entre las mujeres jóvenes de 18-29 años la aprobación cae a 43%, de 30-49 alcanza 51%, y entre las mujeres de 50 y más sube a 73 %.


El legado del 8 de marzo como el día internacional de la mujer nos convoca a celebrarlo en la medida que avancemos en la equidad de género laboral, de justicia, y a cambiar nuestro silencio, por exigencia de justicia. La impunidad de más del 90% de delitos, que signfica que estos no son castigados ni procesados, representa la deuda más grande del Estado con el movimiento feminista y la sociedad en general.