/ sábado 24 de julio de 2021

Vox Populi | El regreso a clases 

La tercera ola de contagios de COVID amenaza el regreso a clases presenciales para el ciclo escolar que iniciará en el mes de agosto. Desde marzo del 2020, se impartieron clases bajo el modelo a distancia que ha acentuado el uso de aplicaciones móviles para impartir clases en todos los niveles, incluso el sistema de educación pública se ha apoyado en la televisión. Ha crecido el uso de celulares, computadoras, tabletas en las cuales millones de estudiantes toman clases a distancia. Al paso de los meses se ha advertido el crecimiento de la brecha de desigualdad entre estudiantes con mayores recursos y sectores de bajos ingresos con dificultades para acceder a recursos tecnológicos. Otros efectos de la pandemia se dan en el campo socioemocional, pues han crecido la ansiedad, tristeza y el miedo entre la población general.

En el contexto del aumento de contagios por nuevas variantes ciertamente más contagiosas pero menos letales, las autoridades educativas mexicanas (SEP) han anunciado que se regresará bajo un modelo mixto de clases presenciales y a distancia. 6 de cada 10 padres de familia de primaria y secundaria (58%), apoyan esta medida (encuesta telefónica nacional, julio 2021, 600 casos, Reforma). Parece una medida acertada, sin embargo, la mayor interrogante radica en saber en que nivel de contagios estaremos en 4 semanas, si habrá condiciones para un regreso seguro, y por supuesto, tampoco se ha explicado detalles del modelo híbrido.

Datos de la citada encuesta revelan que 60% de los padres de familia están en desacuerdo con la medida oficial de que no se reprobará a ningún estudiante, y todos pasan al siguiente año escolar. Es probable que quienes no cuentan con los recursos para garantizar la conectividad de sus hijos, mantengan una postura más flexible al respecto, pues la pandemia ha tenido efectos más negativos en la salud y la economía entre la población con menores ingresos.

Respecto a las desventajas de las clases a distancia, la mitad de los padres de familia (47%), advierten que es no tener la orientación del maestro, 27% acusa la falta de internet, y 15% la falta de contacto con amigos y compañeros.

En relación a las ventajas de un modelo mixto entre lo presencial y lo virtual, 7 de cada 10 padres de familia (67%), creen que esté mejorará el aprendizaje, 15% cree que podrán convivir con sus compañeros, 11% mejorará su estado de animo.

La principal desventaja que se advierte del regreso presencial a clases esta encabezada por el riesgo de contagios (78%). En la medida que la vacunación avance hacia segmentos jóvenes como los estudiantes de bachillerato y licenciatura, esta preocupación podría reducirse, sin embargo no se tienen noticias al respecto. Alrededor de 20% de la población no quiere vacunarse por diversas creencias, lo cual representa otro desafío. Lo malo es que el ciclo escolar esta a la vuelta de la esquina. A menos de un mes de iniciar, no se cuenta con un programa de vacunación para estudiantes, ni con un programa que permita adoptar masivamente competencias digitales particularmente entre los segmentos con menores recursos será fundamental para reducir la brecha de desigualdad educativa en el mundo poscovid.


La tercera ola de contagios de COVID amenaza el regreso a clases presenciales para el ciclo escolar que iniciará en el mes de agosto. Desde marzo del 2020, se impartieron clases bajo el modelo a distancia que ha acentuado el uso de aplicaciones móviles para impartir clases en todos los niveles, incluso el sistema de educación pública se ha apoyado en la televisión. Ha crecido el uso de celulares, computadoras, tabletas en las cuales millones de estudiantes toman clases a distancia. Al paso de los meses se ha advertido el crecimiento de la brecha de desigualdad entre estudiantes con mayores recursos y sectores de bajos ingresos con dificultades para acceder a recursos tecnológicos. Otros efectos de la pandemia se dan en el campo socioemocional, pues han crecido la ansiedad, tristeza y el miedo entre la población general.

En el contexto del aumento de contagios por nuevas variantes ciertamente más contagiosas pero menos letales, las autoridades educativas mexicanas (SEP) han anunciado que se regresará bajo un modelo mixto de clases presenciales y a distancia. 6 de cada 10 padres de familia de primaria y secundaria (58%), apoyan esta medida (encuesta telefónica nacional, julio 2021, 600 casos, Reforma). Parece una medida acertada, sin embargo, la mayor interrogante radica en saber en que nivel de contagios estaremos en 4 semanas, si habrá condiciones para un regreso seguro, y por supuesto, tampoco se ha explicado detalles del modelo híbrido.

Datos de la citada encuesta revelan que 60% de los padres de familia están en desacuerdo con la medida oficial de que no se reprobará a ningún estudiante, y todos pasan al siguiente año escolar. Es probable que quienes no cuentan con los recursos para garantizar la conectividad de sus hijos, mantengan una postura más flexible al respecto, pues la pandemia ha tenido efectos más negativos en la salud y la economía entre la población con menores ingresos.

Respecto a las desventajas de las clases a distancia, la mitad de los padres de familia (47%), advierten que es no tener la orientación del maestro, 27% acusa la falta de internet, y 15% la falta de contacto con amigos y compañeros.

En relación a las ventajas de un modelo mixto entre lo presencial y lo virtual, 7 de cada 10 padres de familia (67%), creen que esté mejorará el aprendizaje, 15% cree que podrán convivir con sus compañeros, 11% mejorará su estado de animo.

La principal desventaja que se advierte del regreso presencial a clases esta encabezada por el riesgo de contagios (78%). En la medida que la vacunación avance hacia segmentos jóvenes como los estudiantes de bachillerato y licenciatura, esta preocupación podría reducirse, sin embargo no se tienen noticias al respecto. Alrededor de 20% de la población no quiere vacunarse por diversas creencias, lo cual representa otro desafío. Lo malo es que el ciclo escolar esta a la vuelta de la esquina. A menos de un mes de iniciar, no se cuenta con un programa de vacunación para estudiantes, ni con un programa que permita adoptar masivamente competencias digitales particularmente entre los segmentos con menores recursos será fundamental para reducir la brecha de desigualdad educativa en el mundo poscovid.