La inseguridad y las preocupaciones económicas afectan la vida cotidiana de millones de mexicanos y mexiquenses que se enfrentan a un segundo semestre marcado por el alza de la percepción de la inseguridad, el pesimismo económico y el fantasma de una recesión económica global. “Al mal tiempo, buena cara”, reza el refran popular que nos prepara para aguantar unos meses más, y poder ver la luz al final del túnel de la pandemia, la crisis, el miedo a ser victima de un delito y la inflación.
De acuerdo a la serie de encuestas estatales de parametro.com.mx, la percepción de inseguridad, asi como inflación y crisis económica representan las principales preocupaciones sociales, afectando la economía y la vida social de los mexiquenses. La entrada a la segunda parte del año viene acompañada por un ambiente que comienza a tornarse más negativo, pues entre mayo y junio, las encuestas registraron alzas en los temas referidos.
La tensa situación económica y social de la pandemia ha comenzado a normalizarse negativamente. Una mezcla de conformismo social e incertidumbre esta afectando el bienestar social porque no se cuentan con datos de cuando veremos la luz al final del tunel de la pandemia, la crisis y recientemente de la inflación.
4 de cada 10 mexiquenses (42.6%) consideran que la inseguridad es el principal problema en el Estado de México. 2 de cada 10 (19.1%) que es la inflación o alza de precios, 14.8% creen que es la crisis económica en general, y 6.2% afirman que es el desempleo. El alza de precios en energeticos como gasolina y gas LP así como en alimentos es un problema que ha venido creciendo desde el segundo semestre del año pasado. Lamentablemente, diversas fuentes especializadas advierten que parara a corto plazo, afectando a toda la población, pero mayormente a quienes tienen menores recursos, pues destinan casi la mitad de lo que ganan a comprar alimentos.
En la encuesta a especialistas privados del Banco de México, la expectativa de inflación volvió a subir para los siguientes dos años; y la de crecimiento económico se mantuvo, pero cayó para el próximo año. Los efectos de la pandemia, la crisis y la inflación están generando más pobreza en todo el país, lo cual presionará a la alza los delitos y la percepción de inseguridad.
Cuando la población tiene miedo a ser victima, comienza a tomar medidas preventivas, y los costos para sentirse seguro suben. Algunas medidas son comprar cerraduras y candados más robustos, protecciones y alarmas anti asalto o dejar de salir de noche. Se estima que la operación de los negocios puede subir alrededor del 15%, como consecuencia de adoptar medidas preventivas.
De acuerdo a los resultados de la encuesta, los grupos de mujeres y jóvenes registran mayor percepción de inseguridad, y por lo tanto son más vulnerables que otros. A nivel de genero, se ha comenzado a desarrollar una política publica focalizada, por lo que la atención a los jóvenes varones representa una oportunidad de mejora para reducir la inseguridad en este grupo.
La inseguridad y las preocupaciones económicas afectan la vida cotidiana de millones de mexicanos y mexiquenses que se enfrentan a un segundo semestre marcado por el alza de la percepción de la inseguridad, el pesimismo económico y el fantasma de una recesión económica global. “Al mal tiempo, buena cara”, reza el refran popular que nos prepara para aguantar unos meses más, y poder ver la luz al final del tunel de la pandemia, la crisis, el miedo a ser victima de un delito y la inflación.
