/ sábado 27 de febrero de 2021

Vox Populi | La danza de las vacunas 

A casi un año de que la OMS declarará al coronavirus como pandemia global, las variantes de la enfermedad continúan amenazando la salud de millones de personas. La vacunación significa reactivar la economía, recuperar empleos en sectores clave como la educación y el turismo, y regresar a la ansiada normalidad.

La demanda de ha superado la oferta vacunas de los principales laboratorios como Pfizer o Aztra Zeneca, y ha provocado que la vacunación avance con lentitud. Los más avanzados son Israel con el 85% de su población total vacunada, seguido por Emiratos Árabes Unidos con 56%, Reino Unido 27%, Estados Unidos, 26%, Bahrein con 16%. En este grupo destaca Chile con 16%, superando a países como Alemania, Italia y España que alcanzan alrededor del 6% de su población vacunada a finales del mes de febrero.

El mapa de vacunación refleja que los países con mayores recursos, tienen más probabilidad de vacunar a su población antes que los demás. En enero de 2021, el director de la OMS, advirtió que de 39 millones de dosis administradas, solo 25 fueron en países pobres (un 0,00006% del total).

La gran capacidad de producción de India, China y Rusia ha dinamizado el mercado de las vacunas, y generado oportunidades para mejorar su imagen y relaciones diplomáticas. La Sputnik V de Rusia, Sinopharm de China y Covishield de la India, han sido recibidas con beneplacito via donación o contratos en países medianos y pequeños, e incluso podrían hacerlo en países grandes para mejorar el porcentaje de vacunación a nivel mundial, y de esta manera hacerle frente a las amenzas de una nueva ola de COVID. Las nuevas vacunas se han exportado a costa de su propia población, pues China registra el 2.82% de su población vacunada, y la India .8%.

Si los mexicanos pudieran elegir la vacuna a aplicarse, la de mayor preferencia es Pfizer-BioNtech elaborada en Estados Unidos y Alemania (31%), seguida por Sputnik V elaborada en Rusia con 19%, y cercanamente la de Aztra Zeneca elaborada en el Reino Unido con 18% (Consulta Mitofsky). Recordemos que estas dos últimas han lidiado con la desconfianza debido a retrasos en sus pruebas de confiabilidad, que al final fueron resueltas. Las vacunas que provienen de China e India, todavía no son conocidas por los mexicanos.

México registra alrededor del 1% de su población total vacunada. El porcentaje minimo a vacunar es alcanzar al 70% de la población total, es decir alrededor de 90 millones de personas. El ritmo de la vacunación depende de que los contratos con los laboratorios efectivamente se cumplan, y se aplique una logística adecuada para avanzar sustancialmente en el programa de vacunación.

La politización de las vacunas es un falso debate que nos divide y distrae de lo importante: salvar miles de vidas porque la pandemia continua activa, y reactivar una economía que ha registrado cero crecimiento en el primer año de gobierno, y una fuerte caída de -8.5% en 2020. El avance en la vacunación ayudaría a disminuir las amenazas de una nueva ola del COVID y una severa crisis económica.


A casi un año de que la OMS declarará al coronavirus como pandemia global, las variantes de la enfermedad continúan amenazando la salud de millones de personas. La vacunación significa reactivar la economía, recuperar empleos en sectores clave como la educación y el turismo, y regresar a la ansiada normalidad.

La demanda de ha superado la oferta vacunas de los principales laboratorios como Pfizer o Aztra Zeneca, y ha provocado que la vacunación avance con lentitud. Los más avanzados son Israel con el 85% de su población total vacunada, seguido por Emiratos Árabes Unidos con 56%, Reino Unido 27%, Estados Unidos, 26%, Bahrein con 16%. En este grupo destaca Chile con 16%, superando a países como Alemania, Italia y España que alcanzan alrededor del 6% de su población vacunada a finales del mes de febrero.

El mapa de vacunación refleja que los países con mayores recursos, tienen más probabilidad de vacunar a su población antes que los demás. En enero de 2021, el director de la OMS, advirtió que de 39 millones de dosis administradas, solo 25 fueron en países pobres (un 0,00006% del total).

La gran capacidad de producción de India, China y Rusia ha dinamizado el mercado de las vacunas, y generado oportunidades para mejorar su imagen y relaciones diplomáticas. La Sputnik V de Rusia, Sinopharm de China y Covishield de la India, han sido recibidas con beneplacito via donación o contratos en países medianos y pequeños, e incluso podrían hacerlo en países grandes para mejorar el porcentaje de vacunación a nivel mundial, y de esta manera hacerle frente a las amenzas de una nueva ola de COVID. Las nuevas vacunas se han exportado a costa de su propia población, pues China registra el 2.82% de su población vacunada, y la India .8%.

Si los mexicanos pudieran elegir la vacuna a aplicarse, la de mayor preferencia es Pfizer-BioNtech elaborada en Estados Unidos y Alemania (31%), seguida por Sputnik V elaborada en Rusia con 19%, y cercanamente la de Aztra Zeneca elaborada en el Reino Unido con 18% (Consulta Mitofsky). Recordemos que estas dos últimas han lidiado con la desconfianza debido a retrasos en sus pruebas de confiabilidad, que al final fueron resueltas. Las vacunas que provienen de China e India, todavía no son conocidas por los mexicanos.

México registra alrededor del 1% de su población total vacunada. El porcentaje minimo a vacunar es alcanzar al 70% de la población total, es decir alrededor de 90 millones de personas. El ritmo de la vacunación depende de que los contratos con los laboratorios efectivamente se cumplan, y se aplique una logística adecuada para avanzar sustancialmente en el programa de vacunación.

La politización de las vacunas es un falso debate que nos divide y distrae de lo importante: salvar miles de vidas porque la pandemia continua activa, y reactivar una economía que ha registrado cero crecimiento en el primer año de gobierno, y una fuerte caída de -8.5% en 2020. El avance en la vacunación ayudaría a disminuir las amenazas de una nueva ola del COVID y una severa crisis económica.