/ domingo 6 de septiembre de 2020

Vox Populi | Populismo, polarización y campañas digitales en 2021

Desde el punto de vista de la tecnología, el confinamiento derivado de la pandemia ayudó a que algunos cambios se acelerarán, probablemente iban a suceder en 5 o 10 años, pero ocurrieron en unos cuantos meses. Uno de estos, es el aceleramiento de la transición digital que incide en la vida diaria de las personas como el trabajo y la escuela en casa, el crecimiento acelerado del comercio electrónico, y de la comunicación por plataformas digitales. Las próximas campañas del 2021 en las que se renovara la Cámara de Diputados Federal, y 15 de 32 gubernaturas se desarrollarán en el contexto de una polarización electoral de estas a favor de la transformación o estás a favor del régimen corrupto del pasado. El Presidente AMLO ha tenido la capacidad de mover los temas de la agenda, de pasar del coronavirus y la recesión económica a la corrupción, que es el tema que lo favorece ampliamente.

El escritor italiano, Alejandro Baricco advierte del inicio de un cambio de época en el que las élites analógicas, pese a su resistencia, perecerán y serán sustituidas por los poderes tecnológicos emergentes (The Game, Anagrama). Evidentemente, el mundo analógico se mezcla con el digital, sin embargo resulta provocador, la disrupción que puede generar el cambio tecnológico en las próximas generaciones.

Durante la pandemia, se ha incremento la conversación pública en redes sociales, de tal forma que durante el confinamiento, alrededor de 70% de la publicidad se destinó a redes sociales, y el restante 30% a medios tradicionales. Las próximas campañas electorales serán una prueba para ver si este patrón es vigente, o si después del COVID 19 regresamos a la publicidad en medios tradicionales.

Los principales retos que enfrentan las campañas políticas tiene relación con la confianza de los actores en el sistema electoral. En las campañas digitales, la brecha digital perjudica a quienes tienen menores recursos para adaptarse a un juego con reglas nuevas, pragmático, sin ideología, más cerca del pensamiento veloz (emocional) que de la racionalidad, más cerca de los liderazgos que son capaces de conectar con las emociones de los votantes como lo ha mostrado AMLO. Un mundo lleno de posibilidades para generar contenidos, pero dominado por las grandes empresas tecnológicas emergentes FAAGM (Facebook, Apple, Amazon, Google, Microsoft).

A nivel de comunicación política, entendida como los mensajes que interactúan entre los actores políticos, plataformas y la opinión pública, el reto tiene que ver con la generación de contenidos que puedan llamar la atención, y conectar con las emociones de los votantes. Para los candidatos del partido gobernante, lo más conveniente es subirse al tren del combate a la corrupción, en tanto que para los candidatos de la oposición, lo más beneficioso es proponer un eje de campaña con temas locales, particularmente a nivel municipal y estatal.

Rumbo al 2021, de acuerdo a diversas encuestas, el partido gobernante Morena se posiciona como dominante para ganar la Cámara de Diputados Federal, y la mayoría de las gubernaturas en disputa. En la medida que la corrupción continue dominando la agenda, por encima de la recesión económica y el coronavirus, el rol de la oposición luce desacreditado y débil, por lo que el triunfo de Morena, y la configuración de un sistema de partido dominante será más probable.

Desde el punto de vista de la tecnología, el confinamiento derivado de la pandemia ayudó a que algunos cambios se acelerarán, probablemente iban a suceder en 5 o 10 años, pero ocurrieron en unos cuantos meses. Uno de estos, es el aceleramiento de la transición digital que incide en la vida diaria de las personas como el trabajo y la escuela en casa, el crecimiento acelerado del comercio electrónico, y de la comunicación por plataformas digitales. Las próximas campañas del 2021 en las que se renovara la Cámara de Diputados Federal, y 15 de 32 gubernaturas se desarrollarán en el contexto de una polarización electoral de estas a favor de la transformación o estás a favor del régimen corrupto del pasado. El Presidente AMLO ha tenido la capacidad de mover los temas de la agenda, de pasar del coronavirus y la recesión económica a la corrupción, que es el tema que lo favorece ampliamente.

El escritor italiano, Alejandro Baricco advierte del inicio de un cambio de época en el que las élites analógicas, pese a su resistencia, perecerán y serán sustituidas por los poderes tecnológicos emergentes (The Game, Anagrama). Evidentemente, el mundo analógico se mezcla con el digital, sin embargo resulta provocador, la disrupción que puede generar el cambio tecnológico en las próximas generaciones.

Durante la pandemia, se ha incremento la conversación pública en redes sociales, de tal forma que durante el confinamiento, alrededor de 70% de la publicidad se destinó a redes sociales, y el restante 30% a medios tradicionales. Las próximas campañas electorales serán una prueba para ver si este patrón es vigente, o si después del COVID 19 regresamos a la publicidad en medios tradicionales.

Los principales retos que enfrentan las campañas políticas tiene relación con la confianza de los actores en el sistema electoral. En las campañas digitales, la brecha digital perjudica a quienes tienen menores recursos para adaptarse a un juego con reglas nuevas, pragmático, sin ideología, más cerca del pensamiento veloz (emocional) que de la racionalidad, más cerca de los liderazgos que son capaces de conectar con las emociones de los votantes como lo ha mostrado AMLO. Un mundo lleno de posibilidades para generar contenidos, pero dominado por las grandes empresas tecnológicas emergentes FAAGM (Facebook, Apple, Amazon, Google, Microsoft).

A nivel de comunicación política, entendida como los mensajes que interactúan entre los actores políticos, plataformas y la opinión pública, el reto tiene que ver con la generación de contenidos que puedan llamar la atención, y conectar con las emociones de los votantes. Para los candidatos del partido gobernante, lo más conveniente es subirse al tren del combate a la corrupción, en tanto que para los candidatos de la oposición, lo más beneficioso es proponer un eje de campaña con temas locales, particularmente a nivel municipal y estatal.

Rumbo al 2021, de acuerdo a diversas encuestas, el partido gobernante Morena se posiciona como dominante para ganar la Cámara de Diputados Federal, y la mayoría de las gubernaturas en disputa. En la medida que la corrupción continue dominando la agenda, por encima de la recesión económica y el coronavirus, el rol de la oposición luce desacreditado y débil, por lo que el triunfo de Morena, y la configuración de un sistema de partido dominante será más probable.