/ sábado 12 de junio de 2021

Vox Populi | Voto de castigo y violencia política 

El proceso electoral 2021 se ha caracterizado por el voto de castigo al partido gobernante en 12 de las 15 gubernaturas en competencia (80% de alternancia). El que más perdió fue el PRI con 8: Sonora, Sinaloa, Colima, Tlaxcala, Campeche, Zacatecas, San Luis Potosí y Guerrero. El PAN perdió 2: Nayarit y Baja California Sur. El PRD perdió Michoacán. Nuevo León cambió de partido, gobernaba “El Bronco” como independiente, y ahora lo hará Movimiento Ciudadano (MC).

Las 3 que refrendaron al partido gobernante, fueron Queretaro y Chihuahua (PAN), y Baja California (Morena), que consigue 11 de las 15 entidades en competencia, alcanza mayoría en la cámara de diputados federal, pero registra un revés simbólico en el histórico bastión de la izquierda mexicana y epicentro del movimiento político de AMLO: la ciudad de México. De 16 delegaciones, Morena perdió 8, situación no vista desde 1997, año en que la izquierda gobierna CDMX. El golpe cuestiona la narrativa de partido dominante, y la legitimidad de gobierno eficiente, responsable, competente. El votante comunicó que no esta satisfecho con los resultados de gobierno, y castigo la caída de la línea 12, el manejo de la pandemia, la crisis económica, y en general la narrativa de la 4T en el corazón del país.

En el Estado de México, igualmente se registró alternancia a favor de la coalición Va por México en municipios de la zona poniente como Tlalnepantla, Naucalpan, C. Izcalli, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, y en el Valle de Toluca. En tanto que Morena dominó la zona oriente, en municipios como Ecatepec, Neza, Chalco, Texcoco, y derrotando al PRI en municipios como Chimalhuacán e Ixtapaluca.

En este proceso, hemos sido testigos del incremento sostenido de la violencia política, y la injerencia de la delincuencia organizada. Alrededor de 91 políticos fueron asesinados en diferentes regiones del país, de los cuales una tercera parte eran candidatos a alcaldes. Lo sucedido representa el proceso más violento en la historia política reciente. Algunos de los casos más visibles fue el asesinato de la candidata a Presidente Municipal de Movimiento Ciudadano en pleno mitin de campaña en Moroleón, Guanajuato. Otra de las formas de presión ha sido la retención y amenazas a los equipos de campaña y candidatos, como el caso de la candidata a Alcalde en Valle de Bravo Estado de México, que produjo la suspensión de actividades de campaña, semanas antes de la jornada electoral. Para los grupos delincuenciales, la coyuntura electoral es vista como una oportunidad para conseguir mayores espacios e influencia a nivel local.

Morena continua siendo primera fuerza, sin embargo retrocede en el número de diputados en 2021 (203) en relación a 2018 (253). Si consideramos los partidos aliados (PT, y Partido Verde), dicha coalición registra una caída de 334 a 279 diputados. El partido en el gobierno necesitará votos para conseguir mayorías calificadas, es decir de 2/3 partes. Lo anterior, revela la importancia del diálogo parlamentario, y el rol de los llamados partidos bisagra como Movimiento Ciudadano, el Partido Verde o diputados de otras fracciones, fundamentales para obtener mayorías.

Voto de castigo y violencia política son rasgos del actual proceso electoral, en el que uno de los focos rojos continúa siendo la injerencia de la delincuencia organizada en los procesos electorales que a golpe de amenazas e incluso del uso de la fuerza y violencia física puede trastocar el ambiente electoral para influir en los territorios municipales, el nivel más vulnerable y en riesgo de nuestra frágil democracia.


El proceso electoral 2021 se ha caracterizado por el voto de castigo al partido gobernante en 12 de las 15 gubernaturas en competencia (80% de alternancia). El que más perdió fue el PRI con 8: Sonora, Sinaloa, Colima, Tlaxcala, Campeche, Zacatecas, San Luis Potosí y Guerrero. El PAN perdió 2: Nayarit y Baja California Sur. El PRD perdió Michoacán. Nuevo León cambió de partido, gobernaba “El Bronco” como independiente, y ahora lo hará Movimiento Ciudadano (MC).

Las 3 que refrendaron al partido gobernante, fueron Queretaro y Chihuahua (PAN), y Baja California (Morena), que consigue 11 de las 15 entidades en competencia, alcanza mayoría en la cámara de diputados federal, pero registra un revés simbólico en el histórico bastión de la izquierda mexicana y epicentro del movimiento político de AMLO: la ciudad de México. De 16 delegaciones, Morena perdió 8, situación no vista desde 1997, año en que la izquierda gobierna CDMX. El golpe cuestiona la narrativa de partido dominante, y la legitimidad de gobierno eficiente, responsable, competente. El votante comunicó que no esta satisfecho con los resultados de gobierno, y castigo la caída de la línea 12, el manejo de la pandemia, la crisis económica, y en general la narrativa de la 4T en el corazón del país.

En el Estado de México, igualmente se registró alternancia a favor de la coalición Va por México en municipios de la zona poniente como Tlalnepantla, Naucalpan, C. Izcalli, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, y en el Valle de Toluca. En tanto que Morena dominó la zona oriente, en municipios como Ecatepec, Neza, Chalco, Texcoco, y derrotando al PRI en municipios como Chimalhuacán e Ixtapaluca.

En este proceso, hemos sido testigos del incremento sostenido de la violencia política, y la injerencia de la delincuencia organizada. Alrededor de 91 políticos fueron asesinados en diferentes regiones del país, de los cuales una tercera parte eran candidatos a alcaldes. Lo sucedido representa el proceso más violento en la historia política reciente. Algunos de los casos más visibles fue el asesinato de la candidata a Presidente Municipal de Movimiento Ciudadano en pleno mitin de campaña en Moroleón, Guanajuato. Otra de las formas de presión ha sido la retención y amenazas a los equipos de campaña y candidatos, como el caso de la candidata a Alcalde en Valle de Bravo Estado de México, que produjo la suspensión de actividades de campaña, semanas antes de la jornada electoral. Para los grupos delincuenciales, la coyuntura electoral es vista como una oportunidad para conseguir mayores espacios e influencia a nivel local.

Morena continua siendo primera fuerza, sin embargo retrocede en el número de diputados en 2021 (203) en relación a 2018 (253). Si consideramos los partidos aliados (PT, y Partido Verde), dicha coalición registra una caída de 334 a 279 diputados. El partido en el gobierno necesitará votos para conseguir mayorías calificadas, es decir de 2/3 partes. Lo anterior, revela la importancia del diálogo parlamentario, y el rol de los llamados partidos bisagra como Movimiento Ciudadano, el Partido Verde o diputados de otras fracciones, fundamentales para obtener mayorías.

Voto de castigo y violencia política son rasgos del actual proceso electoral, en el que uno de los focos rojos continúa siendo la injerencia de la delincuencia organizada en los procesos electorales que a golpe de amenazas e incluso del uso de la fuerza y violencia física puede trastocar el ambiente electoral para influir en los territorios municipales, el nivel más vulnerable y en riesgo de nuestra frágil democracia.