Había una vez un gobernante en las postrimerías de su mandato, su actuar como mandatario había sido como sus súbditos lo esperaban, un autócrata, que se eternizo en el poder, su carrera militar comenzó desde abajo y llego a lo más alto.
El pueblo lo aclamó, pero poco a poco fue perdiendo popularidad, al mando de sus ejércitos, recorrió valles y montañas para hacer más grande su poder.
Prometió una y mil cosas y no cumplió muchas de ellas, hizo una reforma fiscal que el pueblo no adoptó y fue el principio del fin, la costumbre en este tipo de gobernantes es que solo la muerte los separa del cargo, pero él; inteligente como pocos abdicó a su mandato, fue el primero en hacerlo, su nombre: Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto; su puesto: Emperador de Roma del 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Antes de abdicar, este personaje mandó construir un palacio de retiro en la costa de Dalmacia donde Diocleciano nació, pero no crean que iba a ser como la infausta colina del perro donde se retiró López Portillo y que por cierto ya no existe o como foxilandia, no, de ninguna manera, ¡eso es para seres terrenales¡, este palacio sí era digno de un ex emperador, el palacio tiene casi una extensión de 2 hectáreas, la mitad de ellas eran los aposentos, oficinas y jardines del ex emperador y el resto una guardia militar, se construyó en un paraje, en aquel entonces paradisíaco, una bahía en la costa del mar adriático, cercano a la ciudad de Salona dentro de los dominios del imperio romano.
Este lugar de retiro fue la semilla para el nacimiento de Split, capital de la región de Dalmacia y la segunda ciudad más importante de Croacia.
El palacio es considerado como una de las expresiones arquitectónicas mejor conservadas del imperio romano.
Diocleciano combatió ferozmente la religión católica, él era creyente de la mitología romana, su Dios era Júpiter y en su honor existe un templo para su adoración, el ex emperador se construyó un mausoleo que es bellísimo y que hoy alberga la catedral de Split, finalmente la religión que tanto combatió tomó su lugar en su mismísima tumba.
Para quien viaja a los Balcanes, Split es un punto de obligada visita de 1 día o 2 a lo sumo, junto con Mostar y Dubrovnik forma un triángulo turístico, casi casi como el triángulo del sol de Guerrero, ja,ja, ja¡¡¡, está bien, cada quien lo suyo.
En Split también se filmó una temporada completa de Juego de Tronos.