#SOY | Héctor Esrawe: La colaboración como arma creativa

El mexicano se abrió paso como diseñador industrial, aunque con el tiempo se dejó seducir por otras áreas, las cuales ha podido hacer coincidir, como parte de una propuesta más robusta e incluyente

Alejandro Castro @djconchaytoro

  · jueves 24 de noviembre de 2022

Héctor Esrawe es un diseñador industrial cuyos diseños comprenden desde mobiliario, piezas de edición limitada, interiorismo, arquitectura, instalaciones y museografía, tanto en espacios públicos como en interiores, ya sea para proyectos comerciales, culturales o residenciales.

El también fundador de la firma Esrawe Studio ha ganado decenas de premios entre los que destacan el Azure Award 2020 por Tori Tori Santa Fe; el AZ Award 2018 por el restaurante El Califa; Iconic Award 2013 por Casa del Agua; Bienal Iberoamericana de Diseño 2010 por Cielito Querido Café y el Premio Firenze Entremuros 2019 al Mejor Interiorista de México.

Su trabajo se ha expuesto en diferentes ferias internacionales y se ha publicado en las principales revistas de diseño como Interior Design, A+A , Wallpaper, Damn, Abitare, Frame, Monocle, Surface y Arquine.

Oriundo de la Ciudad de México, ha dedicado parte de su labor a la docencia en lugares como CENTRO, donde creó la Licenciatura de Diseño Industrial, y en la Universidad Iberoamericana, de donde es egresado.

Y fue precisamente en esta universidad donde en octubre pasado participó en “El valor del diseño”, un foro en el que se convocó a académicos, profesionales, empresarios, líderes de opinión y nuevas generaciones de diseñadores para destacar la importancia del diseño, especialmente como agente de cambio.

Héctor cree firmemente en la colaboración y en la interacción multidisciplinaria, lo que le ha permitido trabajar con otros estudios de diseño y arquitectura, urbanistas, artistas, curadores y escenógrafos, como él mismo destaca en entrevista con El Sol de México:

“Se trata de poder compartir lo que hacemos con el entendimiento del diseño como una plataforma de creatividad múltiple, no en una sola dirección. De alguna manera mi práctica no se ha limitado hacia una sola área creativa, porque en el estudio hacemos diseño, arquitectura e interiorismo, nos hemos ampliado en un espectro participativo con distintas disciplinas y eso no significa asumir que yo sé hacer todo, sino hacer de la colaboración nuestro eje y filosofía”.

Ya son 20 años los que Héctor tiene trabajando con Esrawe Studio, además de otros 10 que pasó desarrollándose como diseñador independiente antes de fundar su empresa.


A veces creo que no todos somos conscientes de las múltiples formas en que el diseño industrial se relaciona con nuestra vida diaria. ¿Estás de acuerdo?

Bueno, el diseño industrial es una disciplina que resuelve necesidades de todo tipo, digamos que su esencia es resolver necesidades que tengan que ver con los objetos de uso cotidiano o con entender una industria y traducir esa industria hacia objetos. En el caso del diseño industrial, pues comprende un espectro muy amplio de soluciones, aunque en los últimos años yo me he alejado un poco de esa área para participar en un proceso más amplio donde sí colaboró con esa área, pero también con artesanías, arquitectura, etcétera, de modo que yo ya no me defino como diseñador industrial, porque en en mi cotidianidad estoy más metido en el terreno de las artes aplicadas o de actividades creativas alrededor de los materiales y de los objetos.


Así que ampliaste tu panorama hacia varias disciplinas.

Sí, hacia un terreno que se enfoca en entender las posibilidades de las destrezas artesanales que existen en el país, desde pequeñas hasta medianas producciones, y me he ido alejando de la industria simplemente por un interés personal, ya sea con proyectos de diseño que están enfocados al ámbito social, o al ámbito cultural o a la industria.

Si pudieras destacar sólo un par de proyectos de los que estés especialmente orgulloso, ¿cuáles serían?

Bueno, hay proyectos que definen una nueva dirección, proyectos que han evolucionado como el acercarme al vidrio y desarrollar una serie de colecciones sobre el entendimiento de la materialidad, como en el caso de la última lámpara que hicimos en Ewe, probablemente es la que más me seduce, porque tiene que ver con la evolución de un proceso de vida. Y en arquitectura diría que el proyecto del Centro de Diseño de Arca fue para mí un parteaguas, porque yo no había construido, sólo tenía una casa hecha, y de pronto mi segundo proyecto de arquitectura se vuelve una nave de 7 mil 500 metros cuadrados donde generamos una propuesta que reconfiguraba el acercamiento de un proyecto comercial y lo volvía a un proyecto que seguía siendo comercial, pero con un impacto cultural y con un entendimiento distinto… Nos gusta retar a nuestros a nuestros clientes a romper paradigmas y siempre agregamos un componente social o cultural en los proyectos.


Sé que las ediciones limitadas que producen también son muy importantes para ti.

Sí, esas piezas obviamente están enfocadas a un público que las puede pagar, pero el tema fondo ahí tiene que ver con destacar los oficios de alta calidad, así como mantenerlos, promoverlos y difundirlos; hacer que los talleres de alguna manera se sientan orgullosos de lo que producen, y sobre todo perpetuar la continuidad de los pequeños talleres de oficios, que en muchos casos estaban perdiéndose ,y hacer que todo eso suceda a través de este tipo de piezas que tienen público que es el que las puede pagar porque están hechas a mano, en pequeñas series y pequeños lotes donde la destreza del artesano se lleva a sus límites.


¿Crees que actualmente el diseño mexicano está pasando por un momento especial?

Lo que tiene el diseño mexicano es una expresión propia… Creo que hay un gremio que lo está entendiendo y que está volteando a ver nuestros orígenes con orgullo, por lo que se están promoviendo los valores contextuales de lo que somos como cultura y se está dejando de ver hacia afuera como la referencia de lo que tendría que pasar en la expresión de local… Y eso naturalmente se ha vuelto muy seductor en el mundo. Obviamente hay un interés internacional por consumir diseño mexicano como nunca, por ese valor de narrativa y unicidad y de memoria y porque tiene un lenguaje muy propio, único… Sí, es un momento único, porque hay diseñadores mexicanos diseñando para varias marcas a nivel internacional y mexicanos exponiendo en galerías de diseño de todo el mundo o exportando piezas, definitivamente es un momento que no se había dado en el terreno del diseño… Y pasa lo mismo si hablamos de arquitectura o de chefs mexicanos con presencia en todo el mundo, hay un renacimiento o una integración de distintas disciplinas alrededor de la expresión de nuestra cultura.


Independientemente del arte, la arquitectura o el diseño, ¿de qué más se nutre Héctor Esrawe?

Me nutre una cotidianidad… Pero mis influencias rara vez vienen del diseño o del arte; te puedo decir que a veces vamos a pasar una mañana al Museo de Antropología a hacer una investigación y entonces vienen de ahí o de una lectura o del cine… Y colecciono objetos, como pedazos de piedra, de mármol o de cosas que me encuentro, porque para mí son procesos o prototipos a medias que me llevo a la casa y vivo rodeado de ellos… Me nutre la presencia de esos elementos que me estimulen y que a veces parece que no tienen una aplicación inmediata, pero luego les llega el día donde nos volteamos a ver y nos decimos ahora nos toca hacer algo juntos, ¿no? Así que el espectro es muy amplio, por ejemplo, en todos mis viajes de trabajo, de pronto me separo un par de días para conocer la cultura del lugar a donde estoy y eso naturalmente me nutre… Estoy orgulloso de mi cultura, porque he podido recorrer distintas culturas, distintos países y poder decir con orgullo, que sí, que estoy muy orgulloso de lo que somos, porque lo he podido comparar.

Además es cofundador de EWE, VISSIO y MASA, que tienen como objetivo promover el diseño coleccionable mexicano, Héctor también es socio fundador de la marca de perfumes Xinú y de Casa del Agua.

Ocasionalmente también se da tiempo para dar conferencias o talleres, como parte de ese ejercicio de compartir su experiencia ante distintos públicos, aunque confiesa que cada vez lo hace menos:

“La verdad es que escojo pocos espacios, porque hay una saturación natural que obviamente me limita para aceptar muchas de las invitaciones, así que tomo algunas aleatoriamente o cuando son de mi interés pues participo en ellas, sobre todo si siento que hay la posibilidad de entender visiones distintas con los demás ponentes, porque eso también enriquece mi cotidianidad”.

Más sobre Esrawe Studio en el sitio esrawe.com o en www.instagram.com/esrawestudio.

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