Cada 15 de agosto, la comunidad de Santa María Pipioltepec, en Valle de Bravo, celebra la asunción de María, la virgen, al cielo.
Las festividades comenzaron nueve días antes, como lo marcan los cánones católicos, con el rezo del Santo Rosario para preparar a los feligreses, espiritualmente hablando.
Desde temprano, las tradicionales mañanitas en la misa de aura anunciaron el inicio de los festejos para la virgen. Posterior a la celebración litúrgica de medio día, se realizó un recorrido con la imagen de la Asunción de María Santísima acompañada con música de vito y mojigangas.
Fuegos artificiales, comida típica de la región y juegos mecánicos completaban el ambiente sobre el cual se agradecía a la patrona de la comunidad por los favores obtenidos durante el año.
Pipioltepec es una comunidad dedicada a la vida del campo, siendo una de las regiones vallesanas más destacadas en su producción de girasol. La mayoría de las mandas por las que los feligreses acuden esta fecha al templo tienen que ver con el campo y sus bondades.
La fiesta durante la tarde culminó con el tradicional "destape" de mojigangas, el cual consiste en quitarse la máscara con la que bailaron para recibir un premio material dado por la misma comunidad.
Las actividades del día terminaron con la quema de fuegos pirotécnicos amenizada con música de banda, todo esto gracias al apoyo del delegado municipal, el comisariado, el ayuntamiento, mayordomos patronales y habitantes de Pipioltepec.