Gracias a la época de oro del cine mexicano, la música de mariachi llegó a muchos países, pero fue una película en particular la que influyó en la cultura de la Ex-Yugoslavia, se trata de Un día de Vida (1950) que dirigió Emilio Fernández, esto dio pauta al surgimiento de un género musical.
El filme no alcanzó el éxito esperado en México, pero en Yugoslavia se convirtió en un fenómeno que marcó a muchas generaciones, llegando a ser considerada la película más taquillera de la historia del país.
Canciones interpretadas por mariachis como lo son las mañanitas comenzaron a sonar en las estaciones de radio yugoslavas y pronto se convirtieron en música popular, como consecuencia los jóvenes yugoslavos formaron sus propias bandas de música mexicana para dar luz al género Yu-Mex.
Entre finales de los 50 y finales de los 60, esta fusión mexicano-balcánica hizo bailar, cantar y emocionarse a un país que ya no existe. En los 90, Yugoslavia se fragmentó en siete Estados: Eslovenia, Croacia, Serbia, Macedonia, Montenegro, Bosnia Herzegovina y Kosovo.
En un principio las cantaban en español sin conocer el significado de las canciones, pero después en idiomas de Yugoslavia, principalmente el serbio, que les permitió introducir elementos de su propia cultura, pero conservaron la vestimenta de mariachis y vestidos de china poblana.
El alcance del Yu-Mex se refleja en ejemplos como fue el de Slavko Perovic, uno de los artistas más exitosos del género, quien vendió un millón de copias de sus discos, cuando Yugoslavia apenas tenía 16 millones de habitantes, detalla el portal México desconocido en el artículo titulado: Yu-Mex, cuando la música mexicana enamoró a la Ex Yugoslavia.
Sin embargo el Yu-Mex no resistió la llegada del rock y el pop que emergieron en la década de 1970, actualmente es un género poco escuchado, aún las regiones más grandes recuerdan cuando la música mexicana enamoró a uno de los bloques comunistas.
