El maestro Guadalupe Camilo Flores encontró la pasión de su vida en la pintura, desde hace varias décadas comenzó a desarrollar una habilidad que tenía desde niño, de manera empírica aprendió diversas técnicas en dibujo y pintura, desde 2015 se ha convertido en el maestro de su comunidad, su hogar en Santiago Analco, en el municipio de Lerma, alberga cada semana a unos sesenta niños que toman clases gratuitas con él.
En entrevista exclusiva para El Sol de Toluca, el maestro Guadalupe explica que decidió dar sus clases a niños y jóvenes sin costo porque él descubre todos los días las carencias de su comunidad, la necesidad imperativa de otorgar a las nuevas generaciones un actividad artística, recreativa y que incluso él ha notado que se vuelve hasta terapéutica.
Las clases que imparte son de pintura al pastel, sus nietos son parte de sus clases y aunque él se siente orgulloso del trabajo de sus descendientes, intenta incluir a cualquiera que parezca interesado en el arte pictórico.
"Cada año hacemos una exposición, en casa nos encargamos de la comida que se ofrece, colocamos los caballetes, invitamos a los papás de los niños y a pintores jóvenes para que expongan su obra, han venido artistas jóvenes de los alrededores de Lerma y Toluca, les damos espacio para mostrar sus obras, tratamos de impulsarlos", explicó el pintor.
Agregó que a su clase llegan incluso niños con discapacidad, todos son recibidos y apoyados por "El tío Lupe", como se le conoce en Santiago Analco, el pone música para ellos, sobre el papel comienza a hacer trazos con la pintura al pastel, les muestra el oficio les transmite su pasión y los invita a desarrollar este arte.
"Hace unos meses conseguí vender un cuadro, de eso tomé parte de las ganancias y compre noventa colores al pastel, los invito a cuidar el material, es la forma en que yo puedo apoyarlos", explica el maestro.
Su vocación por la enseñanza es tal que no importa la ahora en que lleguen los estudiantes, si uno de sus alumnos llegan a su casa, el abre el taller e imparte su clase, la razón de ello es que los niños, además de las actividades escolares, deben cumplir con sus deberes en casa y por ello permite que ellos tomen clases a la hora que puedan.
La exposición anual que realizan es muy concurrida en la comunidad, y aunque ha buscado apoyo por parte de las autoridades municipales, dijo que dejó de insistir cuando se hizo caso omiso de sus peticiones.
"Yo no pretendía recursos para mí, ni tampoco un plaza en el ayuntamiento, cuando me acerque a nuestro actual presidente municipal fue para invitarlo a la exposición anual, que viniera y conociera la casa, el taller a los niños y que los apoyará en este proyecto, son muchas cosas las que se necesitan, papel, pinturas, marcos paras las obras, caballetes y aunque no nos dijeron que no, tampoco asistieron", narra con tristeza el pintor de sesenta años.
Explicó que su casa está abierta para quien deseé conocer el taller y sus clases, pretende que los papás de sus alumnos asistan y observen en que invierten el tiempo los niños, pues su actividad es totalmente desinteresada y altruista.
Su legado
David Romero Camilo tiene 10 años, pero desde los 7 toma clases con su abuelo, a él le interesan los animales y disfruta de pintar cebras, sus primos Ángel Omar Camilo Torres y Araceli Camilo Gonzalez son también herederos de la pintura y el talento de su abuelo Guadalupe Camilo.
Los tres participaron de una exposición colectiva en 2016 en el Museo Zanbatha de Lerma durante el primer aniversario del recinto museístico, tuvieron la oportunidad de explicar sus trabajos frente a un gran público y en la muestra estuvieron presentes el pintor Rafael Huerta y Isabel Ruiz de Velasco.
El grupo también ha expuesto en la biblioteca de San Nicolás Peralta del municipio de Lerma y en la Casa de Cultura de San Bartolomé Tlatelulco.
Otras de las alumnas entrevistadas, Citlali y Vanessa Camilo explicaron que les gusta asistir y una de ellas lleva tres años tomando el taller de pintura, además de desarrollar sus habilidades artísticas, el maestro les ofrece un panorama amplio del arte pictórico, los invita ver revistas de arte, visitar museos, ver qué es lo que hacen otros artistas y poco a poco descubrir incluso a sus pintores favoritos.
Su propósito es continuar con las clases de pintura, incentivar a los jóvenes a la creación artística y alejarlos de otras actividades poco productivas, solicita a las autoridades espacios de exposición y apoyo para los materiales que los alumnos utilizan para el desarrollo de sus clases.