América eligió la cruz que quería cargar en la Liguilla, si pesa o no les dio igual. Las Águilas sabían que con un triunfo en el TSM su rival en la fase final era Cruz Azul. Los azulcremas no se echaron para atrás, vencieron al Santos Laguna y ya esperan a La Máquina, en la siguiente ronda.
El solitario gol de Guido Rodríguez en la agonía del juego sirvió para volar y cerrar la fase regular en el tercer lugar de la tabla general. América no está en su mejor nivel, no es su mejor versión, pero el equipo está listo para pelear por el título. El Clásico Joven es su primer obstáculo en la Liguilla.
EL PARTIDO
Las Águilas salieron al TSM con la posibilidad de elegir rival en la Liguilla. Si los azulcremas vencían al Santos Laguna se enfrentarían al Cruz Azul en la fase final, si empataban o perdían, su rival sería el Toluca. América era dueño de su destino. El cuadro azulcrema no especuló y atacó de inmediato a los locales. Oribe, en una gran maniobral, eludió a defensores laguneros y de media distancia sacó un disparo que pegó en el poste.
El equipo amarillo mostró que iba a buscar el juego, Darwin Quintero y Matheus Uribe se unieron a los embates azulcremas.
Santos tuvo mucho trabajo en al amanecer del juego, los Guerreros tardaron en mostrar sus armas. Djaniny Tavares fue el elemento más peligroso de los locales, pero pocas veces logró entenderse con Furch y Martínez.
Darwin, por el lado derecho, fue el jugador más inquietante de las Águilas. La velocidad del colombiano fue un problema para Villafaña.
Santos se demoró, pero equilibró el juego en los siguientes minutos. Agustín Marchesín comenzó a tener trabajo en su área.
Tavares, en una maniobra personal, se paró frente al portero azulcrema, tiró, pero su disparo salió directo a la posición del argentino. El equipo local tomó la manija.
Julio Furch se quedó cerca de vencer a Marchesín, su cabezazo salió elevado.
El vendaval albiverde se detuvo por un momento. América, con Oribe Peralta, volvió a inquietar a Orozco. Con la batalla sin heridos, el árbitro mandó a los combatientes a replantear su estrategia. El rival de las Águilas hasta ese momento eran los Diablos Rojos.
Al volver al campo, la intensidad bajó, los roces y los pases imprecisos se comenzaron a ver en toda la cancha. América atacó tibiamente, como si quisieran evitar a La Máquina en la siguiente ronda. Un tiro de Uribe fue todo lo que generó el equipo azulcrema.
Santos tampoco hizo mucho, ligeros trazos de Osvaldito Martínez y esporádicas llegadas de Djaniny fue lo que ofreció el cuadro local. Ambos técnicos decidieron que era momento de mover sus piezas.
El “Piojo” mandó al juvenil Lainez, mientras que Siboldi eligió a Javier Cortés.
Gael Sandoval fue el elemento que sacrificó el estratega local. El joven albiverde pudo jugar su último partido como santista. Chivas ya se asoma en su horizonte. El cambio azulcrema embonó mejor. América recuperó fuerza y Guido Rodríguez, en la recta final del cotejo, logró abrir el marcador.
Siboldi metió desesperadamente a Rodríguez y Armenteros en busca del empate. Herrera sacó a Darwin. Eso fue todo en la antes llamada “Casa del dolor ajeno”. América voló agónicamente y se citó con Cruz Azul en la Liguilla.
Otro Clásico Joven está a la vuelta de la esquina. Las Águilas quieren revalidar su paternidad.