México.- Como parte de un estudio, un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Emory en Atlanta identificaron una vía focal en el cerebro la cual, al ser estimulada eléctricamente, provoca una risa inmediata, seguida de una sensación de calma y felicidad, incluso durante una cirugía cerebral despierta.
De acuerdo con la información proporcionada por la institución, los efectos conductuales de la estimulación eléctrica directa del haz del cíngulo (un tracto de materia blanca en el cerebro) se confirmaron en dos pacientes con epilepsia que se sometían a una monitorización para el diagnóstico de convulsiones.
Ante esto, los especialistas aseguraron que el hallazgo puede ser una forma "potencialmente transformadora", ya que brindaría una protección óptima de las funciones cerebrales durante una cirugía, aunque destacaron que es necesario que los pacientes estén despiertos, de modo que los médicos puedan hablar con ellos, evaluar sus habilidades lingüísticas y detectar alteraciones que puedan surgir de la resección.
Kelly Bijanki, profesora de neurocirugía, relató un caso en el que “cuando encendimos la estimulación del cíngulo, inmediatamente reportó sentirse feliz y relajada, contó chistes sobre su familia y pudo tolerar el procedimiento despierto con éxito".
Detalló que comprender cómo funciona la estimulación del haz cingular, también podría informar los esfuerzos para tratar mejor la depresión, los trastornos de ansiedad o el dolor crónico a través de la estimulación cerebral profunda.
Estudios anteriores reportaron que la estimulación eléctrica directa de otras partes del cerebro puede desencadenar la risa, pero el científico participante en el proyecto, Jon T. Willie comentó que su nueva investigación resalta por la demostración de que los efectos contra la ansiedad, observados con la estimulación del haz de cíngulo pueden proporcionar beneficios clínicos.
Los expertos precisaron que el haz del cíngulo, situado debajo de la corteza y curvado alrededor del cerebro medio, tiene una forma parecida a una faja o cinturón, de ahí su nombre en latín.
La ubicación de la estimulación del haz del cíngulo es distinta de otras localizaciones del cerebro que procesan la recompensa, como el estriado ventral, que ha sido el objetivo del tratamiento de la depresión y la adicción.