Toluca, México.- Nuestra conexión con la leche de vaca se remonta a 11 mil años atrás, no solo ha sido valorada como alimento por los humanos, sino que es la base de interpretaciones simbólicas en la cultura universal. Ejemplo de esto es la denominación de la Vía Láctea, la connotación religiosa como la pureza, o sus referencias en el Antiguo Testamento como símbolo de abundancia y creación.
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Pese a muchas opiniones, la realidad es que la leche de vaca es una fuente de nutrientes que necesitamos en nuestro día a día, desde la infancia y durante muchas etapas más. Por su delicioso sabor, que adaptamos a nuestros gustos, también la consumimos por los distintos beneficios que trae consigo.
La leche es una mezcla de proteínas, lípidos y glúcidos; también contiene vitaminas y sales minerales. Por ello, representa una fuente de fuerza en cualquier etapa de la vida, pues ingerirla ayuda a reconstruir músculos y tejidos.
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Siempre se dice que la infancia es la mejor etapa para consumirla, pues ayuda a la formación definitiva de los dientes, favorece el crecimiento y fortalece el sistema inmunológico. Asimismo, la presencia de vitamina A ayuda a combatir el acné, la psoriasis y la dermatitis, haciendo de la leche un verdadero superalimento.
Pero eso no es todo. Los adultos pueden encontrar beneficios que no imaginaban. La vitamina E es clave para mejorar la memoria y aumentar la capacidad de resolución de problemas. Además, las proteínas lácteas ayudan a conciliar mejor el sueño y a prevenir la osteoporosis, mejorando la calidad de vida en jóvenes y adultos.
La leche es un alimento maravilloso, cuyo sabor y naturalidad garantizan que en cada sorbo encuentres los beneficios que sólo este superalimento te otorga.
