Toluca, México.- La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) anunció que ya se está analizando el agua mineral y las saborizadas de Peñafiel, y que la empresa, que sigue vendiendo en anaqueles no ha respondido a su requerimiento de informar oficialmente si los productos que comercializa en México son los mismos que en Estados Unidos.
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La empresa no ha dado respuesta a la Profeco sobre sus productos y de no hacerlo será acreedora a una multa.
Keurig Dr. Pepper detuvo la producción de Peñafiel en México el pasado 15 de abril después de que Consumer Reports publicó un estudio que resaltó que la bebida tenía altos niveles de arsénico.
En Estados Unidos, las autoridades lanzaron una alerta a la importación de la bebida, pero, al menos en México, no ha sacado de los anaqueles su producto. Según Consumer Reports, la primera vez que la marca mexicana enfrentó una alerta de este tipo fue en 2009.
Pese a la primera advertencia, de 2009 a 2012, con Felipe Calderón Hinojosa en al presidencia, se adquirió Peñafiel para abastecer a Diconsa, el sistema de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), hoy Secretaría del Bienestar, que ofrece productos de la canasta básica a los habitantes de las comunidades rurales del país.
En otras palabras, las adquisiciones que hizo el gobierno con Peñafiel fueron a parar a los anaqueles de las tiendas de Diconsa en las regiones más pobres del campo mexicano, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Lo anterior surge de la revisión de los contratos firmados por el Gobierno mexicano con Peñafiel Bebidas S.A de C.V. en el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT) de 2007 a 2019.