El frijol es una leguminosa que ha estado presente en la comida mexicana desde tiempos prehispánicos, sin embargo en la actualidad su consumo ha disminuido, sobre todo en las zonas urbanas, pero este superalimento es clave debido a su gran cantidad de atributos para la prevención y tratamiento de varias patologías que afectan a la población.
Además de ser rico y nutritivo aporta en el día a día proteínas, carbohidratos, fibra, así como fitoquímicos para la prevención de enfermedades, por eso el Consejo de Frijoles Secos de Estados Unidos (US Dry Bean Council) enlista algunas de las principales ventajas al consumirlos.
Un nuevo estudio encontró que los frijoles, particularmente los negros, son una fuente rica de antioxidantes y pueden proporcionar beneficios para la salud similares a los de algunas frutas comunes, como uvas, manzanas y arándanos.
Los frijoles de colores más oscuros se asociaron con niveles más altos de flavonoides por lo que tienen más cualidades de antioxidantes, de acuerdo a la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá.
Euna reciente investigación en España analizó los hábitos alimentarios de personas con y sin síntomas de depresión, las personas que no tenían depresión tenían más probabilidades de ser consumidores regulares de frijoles, esto gracias a que las legumbres son ricas en el aminoácido triptófano y el mineral magnesio, los cuales se han relacionado con mejoras en el estado de ánimo y el bienestar mental.
Este alimento también es recomendable para los bebés, la Academia de Nutrición y Dietética enlista los frijoles como un alimento apropiado a los seis meses.
Normalmente los primeros alimentos para los bebés suelen ser cereales, frutas y verduras en puré, no obstante una vez que el bebé haya aprendido a disfrutar algunos de estos alimentos, es hora de introducir una tarifa más alta en proteínas y los frijoles son una buena opción al tener un alto contenido en en proteínas, hierro, zinc y fibra, además de tener un sabor suave.
También ayudan a evitar enfermedades crónicas, los frijoles secos como el pinto, el negro o el blanco, se reconocen como alimentos de bajo índice glucémico que contribuyen a moderar los picos de glucosa después de las comidas, es así que este patrón dietético puede potencialmente prevenir o tratar algunas enfermedades crónicas.