/ jueves 2 de mayo de 2019

Estas son las vacunas que debemos aplicarnos para prevenir enfermedades

Importante tener esquema de vacunación completo para prevenir enfermedades: Secretaría de Salud

Toluca, México.- De acuerdo con el esquema de vacunación de la Secretaría de Salud, un total de 25 vacunas deben ser aplicadas a niños que van desde los cero meses de edad y hasta sus once años de vida, las cuales tienen como objetivo el prevenir enfermedades como la Hepatitis B, el Rotavirus, el Neumococo y el Sarampión entre otras.

Foto cortesía de la Secretaría de Salud.

Recientemente se ha dado a conocer el problema de salud pública que enfrenta Estados Unidos debido al brote de sarampión que presuntamente está relacionado con viajeros que pudieron contraer la enfermedad en algunos países europeos, situación que empeoró debido a la creencia que surgió respecto a que la vacunación puede ser más peligrosa que benéfica.


Vacunación en el primer año de vida

Las dos primeras vacunas son puestas a bebés recién nacidos, una es la denominada Bacillus de Calmette y Guérin, mejor conocida como BCG, la cual es aplicada en el brazo derecho y es para prevenir la tuberculosis, mientras que la segunda contempla la Hepatitis B. En la mayoría de los casos, al recién nacido también le son dadas unas gotitas de vitamina A, la cual favorece su rápido crecimiento y a combatir infecciones.

La vacuna de la BCG causa una ámpula en el brazo del bebé, la cual no debe ser explotada, pues ésta sanará con el paso de los días e incluso semanas.

A los dos meses de edad, los bebés reciben cuatro vacunas. El refuerzo contra la hepatitis B; la pentavalente acelular, la cual protege de la difteria, la tosferina, el tétanos, la poliomielitis e infecciones producidas por Haemophilus Influenzae tipo b; una dosis contra el rotavirus y una más contra el neumococo conjugada.

Cuando el bebé cumple cuatro meses de edad, le son aplicadas tres vacunas. El refuerzo del pentavalente acelular, la del rotavirus y la del neumococo conjugada.

Las siguientes vacunas serán cuando el niño o niña tenga seis meses de edad y contemplan nuevamente una dosis de pentavalente acelular, contra la hepatitis B y contra el rotavirus. Es en este momento que se aplica por primera vez la vacuna la influenza.

A los siete meses, el bebé sólo recibirá el refuerzo contra la influenza y no será sino hasta los doce meses que reciba una dosis de la vacuna triple viral también conocida como SRP, la cual sirve contra el sarampión, la rubeola y las paperas, así como el refuerzo contra el neumococo conjugada.

Foto cortesía de la Secretaría de Salud.


De uno a cinco años de edad

A partir de este momento, las vacunas no son tan seguidas como en el primer año de edad, lo que representa un alivio para los padres de familia, pues regularmente los bebés se muestran llorones, fastidiados y sensibles, cada que son vacunados.

A los 18 meses de vida –un año y medio-, los bebés deben recibir una dosis de pentavalente acelular; la siguiente vacuna viene hasta que el pequeño tiene los dos años de edad y es el refuerzo contra la influenza, misma que será repetida hasta que tenga los tres años de edad.

Al cumplir cuatro años, el niño recibe la vacuna de la DTP o triple bacteriana, la cual funciona contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna de refuerzo anual de la influenza.

Cuando cumplan cinco años de edad, los niños reciben una vez más el refuerzo anual de la influenza y será en este momento que reciba la vacuna OPV, la cual funciona contra la poleomelitis.


De seis a once años de edad

Durante este periodo sólo son aplicadas dos vacunas, la primera es cuando el niño tiene seis años de edad y corresponde al refuerzo de la SRP, mientras que la segunda es a los once años contra el Virus del Papiloma Humano -niñas-.

Foto cortesía de la Secretaría de Salud.


Vacunación en la adolescencia

A partir de los 15 años de edad y durante cada diez años, se debe recibir la vacuna contra el tétanos y la difteria.

También te puede interesar: Sarampión se propaga a un ritmo alarmante en el mundo: Unicef

En el caso del sarampión y la rubéola, la vacuna debe ser aplicada a partir de los once años de edad que no cuenten con dosis de SRP o SR, mientras que la vacuna de la Antihepatitis B, debe ser aplicada en adolescentes que no cuenten con antecedente de esquema vacunal.

En el caso de las adolescentes embarazadas, se les aplica la vacuna TDPA –tétanos, difteris y tos ferina- a partir de la semana 20 y hasta la semana 32 de gestación.


¿Qué hacer si no se aplicaron las vacunas en la infancia?

De acuerdo con la Secretaría de Salud, en caso de no haber recibido las vacunas en tiempo y forma durante la infancia, lo idean es aplicarla de acuerdo a las instrucciones giradas por el personal de salud, pues de esta manera se prevendrá el padecimiento de enfermedades, tales como el sarampión.


Comunidad Antivacunas

En los últimos meses, la moda ‘antivacuna’ ha tomado auge debido a la errónea creencia de que las vacunas hacen más daño que beneficio, lo cual ha sido desmentido por autoridades sanitarias.

Entre los principales motivos para no vacunarse, los antivacunas destacan que es mejor inmunizarse padeciendo la enfermedad, el que algunas vacunas tengan cierto contenido de mercurio, la creencia de que el VIH surgió a raíz de la vacunación y, por tal motivo, el paciente podría estar más expuesto, así como la creencia de que las vacunas causan autismo o incrementan las posibilidades de la muerte súbita del lactante.

La comunidad antivacunas también asegura que la vacunación es responsable de alergias, asma y enfermedades autoinmunes, por lo que consideran que la protección natural del organismo, es mucho mejor.

Cabe mencionar que debido a estas creencias, los profesionales de la salud han reforzado la difusión de información que permita cambiar la opinión de los antivacunas, a fin de prevenir enfermedades que casi han sido erradicadas gracias a la vacunación, vuelvan a afectar a la sociedad.


Esquema Nacional de Vacunación

Nacimiento BCG/Hepatitis B

2 meses Pentavalente acelular/Hepatitis B/Rotavirus/Neumococo conjugada

4 meses Pentavalente acelular/Rotavirus/Neumococo

6 meses Pentavalente acelular/Hepatitis B/Rotavirus/Influenza

7 meses Influenza segunda dosis

12 meses SRP/Neumococo conjugada

18 meses Pentavalente acelular

2 años Influenza refuerzo anual

3 años Influenza refuerzo anual

4 años DPT –refuerzo-/Influenza refuerzo anual

5 años Influenza refuerzo anual

6 años SRP –refuerzo-

11 años –niñas- Virus del Papiloma Humano


Toluca, México.- De acuerdo con el esquema de vacunación de la Secretaría de Salud, un total de 25 vacunas deben ser aplicadas a niños que van desde los cero meses de edad y hasta sus once años de vida, las cuales tienen como objetivo el prevenir enfermedades como la Hepatitis B, el Rotavirus, el Neumococo y el Sarampión entre otras.

Foto cortesía de la Secretaría de Salud.

Recientemente se ha dado a conocer el problema de salud pública que enfrenta Estados Unidos debido al brote de sarampión que presuntamente está relacionado con viajeros que pudieron contraer la enfermedad en algunos países europeos, situación que empeoró debido a la creencia que surgió respecto a que la vacunación puede ser más peligrosa que benéfica.


Vacunación en el primer año de vida

Las dos primeras vacunas son puestas a bebés recién nacidos, una es la denominada Bacillus de Calmette y Guérin, mejor conocida como BCG, la cual es aplicada en el brazo derecho y es para prevenir la tuberculosis, mientras que la segunda contempla la Hepatitis B. En la mayoría de los casos, al recién nacido también le son dadas unas gotitas de vitamina A, la cual favorece su rápido crecimiento y a combatir infecciones.

La vacuna de la BCG causa una ámpula en el brazo del bebé, la cual no debe ser explotada, pues ésta sanará con el paso de los días e incluso semanas.

A los dos meses de edad, los bebés reciben cuatro vacunas. El refuerzo contra la hepatitis B; la pentavalente acelular, la cual protege de la difteria, la tosferina, el tétanos, la poliomielitis e infecciones producidas por Haemophilus Influenzae tipo b; una dosis contra el rotavirus y una más contra el neumococo conjugada.

Cuando el bebé cumple cuatro meses de edad, le son aplicadas tres vacunas. El refuerzo del pentavalente acelular, la del rotavirus y la del neumococo conjugada.

Las siguientes vacunas serán cuando el niño o niña tenga seis meses de edad y contemplan nuevamente una dosis de pentavalente acelular, contra la hepatitis B y contra el rotavirus. Es en este momento que se aplica por primera vez la vacuna la influenza.

A los siete meses, el bebé sólo recibirá el refuerzo contra la influenza y no será sino hasta los doce meses que reciba una dosis de la vacuna triple viral también conocida como SRP, la cual sirve contra el sarampión, la rubeola y las paperas, así como el refuerzo contra el neumococo conjugada.

Foto cortesía de la Secretaría de Salud.


De uno a cinco años de edad

A partir de este momento, las vacunas no son tan seguidas como en el primer año de edad, lo que representa un alivio para los padres de familia, pues regularmente los bebés se muestran llorones, fastidiados y sensibles, cada que son vacunados.

A los 18 meses de vida –un año y medio-, los bebés deben recibir una dosis de pentavalente acelular; la siguiente vacuna viene hasta que el pequeño tiene los dos años de edad y es el refuerzo contra la influenza, misma que será repetida hasta que tenga los tres años de edad.

Al cumplir cuatro años, el niño recibe la vacuna de la DTP o triple bacteriana, la cual funciona contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna de refuerzo anual de la influenza.

Cuando cumplan cinco años de edad, los niños reciben una vez más el refuerzo anual de la influenza y será en este momento que reciba la vacuna OPV, la cual funciona contra la poleomelitis.


De seis a once años de edad

Durante este periodo sólo son aplicadas dos vacunas, la primera es cuando el niño tiene seis años de edad y corresponde al refuerzo de la SRP, mientras que la segunda es a los once años contra el Virus del Papiloma Humano -niñas-.

Foto cortesía de la Secretaría de Salud.


Vacunación en la adolescencia

A partir de los 15 años de edad y durante cada diez años, se debe recibir la vacuna contra el tétanos y la difteria.

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En el caso del sarampión y la rubéola, la vacuna debe ser aplicada a partir de los once años de edad que no cuenten con dosis de SRP o SR, mientras que la vacuna de la Antihepatitis B, debe ser aplicada en adolescentes que no cuenten con antecedente de esquema vacunal.

En el caso de las adolescentes embarazadas, se les aplica la vacuna TDPA –tétanos, difteris y tos ferina- a partir de la semana 20 y hasta la semana 32 de gestación.


¿Qué hacer si no se aplicaron las vacunas en la infancia?

De acuerdo con la Secretaría de Salud, en caso de no haber recibido las vacunas en tiempo y forma durante la infancia, lo idean es aplicarla de acuerdo a las instrucciones giradas por el personal de salud, pues de esta manera se prevendrá el padecimiento de enfermedades, tales como el sarampión.


Comunidad Antivacunas

En los últimos meses, la moda ‘antivacuna’ ha tomado auge debido a la errónea creencia de que las vacunas hacen más daño que beneficio, lo cual ha sido desmentido por autoridades sanitarias.

Entre los principales motivos para no vacunarse, los antivacunas destacan que es mejor inmunizarse padeciendo la enfermedad, el que algunas vacunas tengan cierto contenido de mercurio, la creencia de que el VIH surgió a raíz de la vacunación y, por tal motivo, el paciente podría estar más expuesto, así como la creencia de que las vacunas causan autismo o incrementan las posibilidades de la muerte súbita del lactante.

La comunidad antivacunas también asegura que la vacunación es responsable de alergias, asma y enfermedades autoinmunes, por lo que consideran que la protección natural del organismo, es mucho mejor.

Cabe mencionar que debido a estas creencias, los profesionales de la salud han reforzado la difusión de información que permita cambiar la opinión de los antivacunas, a fin de prevenir enfermedades que casi han sido erradicadas gracias a la vacunación, vuelvan a afectar a la sociedad.


Esquema Nacional de Vacunación

Nacimiento BCG/Hepatitis B

2 meses Pentavalente acelular/Hepatitis B/Rotavirus/Neumococo conjugada

4 meses Pentavalente acelular/Rotavirus/Neumococo

6 meses Pentavalente acelular/Hepatitis B/Rotavirus/Influenza

7 meses Influenza segunda dosis

12 meses SRP/Neumococo conjugada

18 meses Pentavalente acelular

2 años Influenza refuerzo anual

3 años Influenza refuerzo anual

4 años DPT –refuerzo-/Influenza refuerzo anual

5 años Influenza refuerzo anual

6 años SRP –refuerzo-

11 años –niñas- Virus del Papiloma Humano


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