La pérdida de seres queridos por el Covid-19 ha detonado los estados depresivos y hasta con tendencia suicida en un porcentaje de la población, advierte el psicólogo clínico de Enlace Emocional S.C., Erick Arturo Escandón Pérez.
Apuntó que ocurre principalmente debido a que no se pueden realizar ceremonias o funerales para despedir a las personas fallecidas, lo que ocasiona un trauma en los deudos.
Tradicionalmente, estas ceremonias contribuyen a despedir a los seres queridos y, en cierta forma, a cerrar círculos; pero al no poder hacerlas, en muchos casos el trance se vuelve mucho más difícil.
“El principal problema es que no se pueden despedir de sus seres queridos, ya no pueden hacer rosarios, funerales y sepelios, hay gente que puede tomar de manera serena y tranquila el fallecimiento de sus seres queridos, pero hay quien definitivamente va a atravesar un proceso de duelo muy largo y, si a eso le sumamos que no hay terapia ni cuidado mental ni orientación psicológica, el problema se agrava”, detalló el entrevistado.
Explicó que ante la pérdida de un familiar, lo más conveniente es solicitar ayuda psicológica que permita mitigar la ansiedad y la depresión; sin embargo, debido la falta de recursos económicos y la desinformación, los deudos no tomar terapia.
“Recordemos que mucha gente ha perdido su empleo y eso aumenta su sensación de pérdida, si a esto le agregamos que esas personas también están perdiendo a sus seres queridos por la Covid, aumenta su desesperanza y por consiguiente también incrementa su angustia, su estrés y su estado depresivo”, comentó el especialista en salud mental.
Cabe mencionar que debido a la falta de posibilidades de realizar rosarios, sepelios, funerales y otro tipo de ritos de despedida ante la pérdida de un familiar, algunas personas han optado por realizar sus “novenarios” de manera virtual.
Solucionar conflictos familiares
Por lo anterior, el psicólogo Erick Escandón recomendó solucionar cualquier conflicto que se tenga dentro del núcleo familiar, pues esto evitará arrepentimientos tardíos que contribuyan en los estados depresivos.
“Con la repentina pérdida de nuestros familiares por la pandemia hemos aprendido que debemos solucionar los conflictos familiares para evitar arrepentimientos de lo que no se hizo por momentos de enojo”, consideró el entrevistado, quien mencionó que el confinamiento ha derivado en mejorar la capacidad de expresar afecto y ser recíprocos con quienes nos rodean.