Consumir alimentos en la calle es uno de los graves riesgos a los cuales está expuesta la población ya que pueden desarrollar padecimientos gastrointestinales y cuyas bacterias pueden causar la muerte ya que se han vuelto resistentes a los antibióticos.
Miguel Ángel Ontiveros, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca, indicó que en los últimos años se ha enfocado al estudio de dicha problemática en más de 30 puntos de venta en la capital mexiquense, en coordinación con la estudiante de maestría Daniela Mora.
“Conforme vayamos avanzando en la investigación, estaremos en condiciones de explorar más áreas y ampliar la cobertura e información, pero estamos hablando de bacterias que se han vuelto sumamente resistentes a los antibióticos y pueden conducir a la muerte", aseveró.
- Por si no lo viste | “Mientras los muertos no sean tus muertos, no entenderás la gravedad de los que estamos viviendo"
El profesor prefirió no abundar sobre el tema de los puntos de venta, sin embargo, indicó que prevalecen problemas de mortalidad y morbilidad como la diarrea en la población mexiquense. De hecho, aseveró que uno de los objetivos de esta investigación es detectar en qué momento el cuerpo humano entra en contacto con la bacteria que genera la infección de tipo intestinal.
“Sabemos que en los hospitales sigue habiendo incidencia, enfermedad y muerte por el síndrome diarreico. Entonces, a nosotros nos interesa saber en dónde está la infección o el contacto con la bacteria”, señaló.
Ante dicho panorama, el especialista dijo que otro aspecto importante de su investigación se encuentra relacionado con el poder correlacionar el aspecto clínico de la afectación diarreica con la epidemiología de campo. Por ello, enfatizó que la venta de comida callejera representa un problema de salud pública que deben atender las autoridades de la entidad a la brevedad, por todos los riesgos que trae consigo a la salud de las personas.
Hizo hincapié en que los puntos de venta de comida, como tacos, hamburguesas, papas o tostadas, no cuentan con tomas de agua adecuadas para prepararlos, y ante ello su manejo es insalubre o inadecuado.
“El hecho de que en estos negocios no se cuente con tomas de agua potable, puede traer consigo que los alimentos que ofrecen al público tengan un rasgo de contaminación, que pueda conducir a la gente al hospital”, apuntó.
También reconoció que se trata de un problema complicado, porque para muchas personas el hecho de vender en las calles es su única manera de subsistir.
Finalmente, para el investigador resultaría muy importante realizar un estudio similar en las inmediaciones del río Lerma, porque el tema del agua y la contaminación en la zona no se maneja de forma adecuada.