Luis Orduña Sánchez es piloto de rallies, pertenece al Xinantécatl Automóvil Club (XAC), ha ganado campeonatos nacionales e internacionales, pero tiene otra faceta, colecciona playeras autografiadas y diferentes artículos deportivos, su acervo llega a las 400 piezas.
Como cualquier aficionado que busca acercarse a las grandes figuras del deporte tiene que pasar por varios retos para alcanzar el objetivo; coincidir en tiempo y lugar con la ayuda de los amigos, un poco de suerte y perseguir por todos los medios a los personajes para que estampen su firma, aunque a veces no siempre se consigue.
La inquietud por coleccionar playeras surgió gracias a la convivencia y amistad con jugadores de los Diablos Rojos del Toluca, figuras como José Cardozo, Vicente Pereda, Walter Gassire, entre otros, sentaron las bases de lo que en el futuro sería una pasión.
“No recuerdo exactamente cuando obtuve mi primera playera autografiada, pero debió ser la de Mariano Chaparro, un jugador paraguayo del Deportivo Toluca de los 80s, él se casó con una hermana de mi papá y gracias a la convivencia de los jugadores de su época como Antonio “Morris” Ruiz, Aldrete, se prestó pues no los veía como jugadores sino amigos de mi tío”, refirió.
Después se divorció un amigo de su papá y su esposa se casó con Walter Gassire, ex arquero de los Diablos Rojos del Toluca, algo curioso pero la ex esposa y ex esposo se llevaban muy bien con Walter, todo ese ambiente generó un escenario perfecto para comenzar la historia.
También hicieron muy buena amistad con Saturnino Cardozo, la convivencia era constante y el obsequio de las playeras era algo frecuente, además de una buena amistad con Paulo Da Silva y Enrique Triverio.
“Antes llevaba una playera y los jugadores sin problemas me la firmaban, no era tan complicado como ahora, además creo era el único que lo hacía, pero de pronto se volvió como un vicio, ahora donde puedo voy y consigo las firmas”, indicó.
Las experiencias
La suerte es una buena aliada para lograr las firmas, Luis Orduña recordó cuando fue a correr un rally en Barcelona, España, en el hotel estaba el equipo de futbol Recreativo de Huelva.
“Estacioné mi auto de rally justo afuera del hotel y en ese momento llegaba el camión del equipo, el chofer del autobús me preguntó que si podía sacar una foto de mi coche, le dije que sí, después me preguntó si le regalaba mi gorra, pues sí pero que me consiguiera una playera autografiada del Recreativo, ingresó al hotel y poco después salió con ella”, detalló Luis Orduña.
También en el ambiente de los rallies en una ocasión pero en Guadalajara estaba el Atlas, también buscó a alguien del equipo para hacer el trueque de la camisa del rally por una playera autografiada del equipo, también fue un éxito.
En otra ocasión durante un rally choqué, llegó la grúa y puso el auto afuera (del hotel) y resulta que estaba José Luis Sánchez Solá (“Chelis”) cuando dirigía al Puebla, recordó que se tomó la foto con él pese a que tenía el collarín debido al impacto dentro del auto.
“Recuerdo que el Chelis me dijo, -oye ¿tu coche es el que está allá afuera?, se dieron duro-, pues me sugirió que el médico del equipo me revisara, checó y todo estaba bien, pues fue la oportunidad para que me autografiaran la playera los jugadores del Puebla”, recordó.
Gracias a que estudio Administración de Empresas Deportivas tomó los diplomados de Johan Cruyff donde conoció gente y al saber que coleccionaba playeras le facilitaban las cosas para conseguirlas.
Pero en otros casos ha sido persiguiéndolas, como el caso de Iván Zamorano (uno de los futbolistas chilenos más destacados en los 90s), supo que venía hace como un mes a México, un amigo le dijo y se fue hacer guardia hasta que lo encontró.
¿Cuáles son las mejores?
Para Luis Orduñas todas las playeras u otro tipo de objetos como balones, máscaras de luchadores, pelotas e incluso bats de beisbol son muy valiosos, pero las que más le gustan son las “raras”, de equipos difíciles.
“Recuerdo que una vez vino a jugar, creo en la Concachampions, un equipo de Trinidad y Tobago, me metí a su página de internet y les escribí un correo, les detallé que era de Toluca y tenía una colección de playeras de futbol, así que les propuse que cuando vinieran me vendieran una playera autografiada del conjunto”.
Pronto le contestaron y a su vez le preguntaron que estaban buscando hotel para hospedarse, fue cuando les dijo que los podía ayudar a conseguirlo, le mandaron sus tres opciones y fue cuando les propuso otras alternativas con fotografías incluidas.
“Cuando llegaron me avisaron que ya estaban hospedados y lo estaban esperando con la playera autografiada, cuando les pregunté cuanto les debía, me dijeron que nadie les había escrito antes por lo tanto no podían cobrarla, estaba agradecidos, incluso me invitaron a cenar con el equipo, algo muy agradable”, refirió.
Otra playera difícil de conseguir fue cuando vino Lionel Messi a jugar un partido en el estadio Azul con otros jugadores como Jorge Campos, Gerardo Torrado, Romario, Martín Palermo y Damián Álvarez, entre otros.
En ese entonces un amigo estaba en la organización y yo tenía una playera de Romario de cuando jugaba en Brasil, le dijo el hotel donde estaban hospedados y fue a buscarlo.
“Ya en el hotel pasó Edgar Davids y otros más, pero como solo llevaba la playera de Romario no me la podían firmar, así que se fueron varias, cuando salió Romario se metió a desayunar, no lo quise interrumpir, al terminar se levantó y se dirigió al pasillo del elevador, dije ahora es cuando, pues me puse a su lado y no me la quería firmar, yo era el único, no había nadie más, le pregunté como tres veces y nada”.
“Ya en el elevador medité ¿qué hago?, si se mete se van también las posibilidades, una vez más le dije que me la firmara, se metió al ascensor y fue cuando su compañero que iba con él lo animó a que la firmara, se regresó y tomó la playera para hacer ahí un garabato medio feo, creo que fue la más difícil por ser un jugador poco accesible”, detalló Orduña Sánchez.
Cuando hay eliminatorias compra las playeras de los equipos y se va al hotel donde le ayudan a conseguir las firmas, en una eliminatoria de Concacaf vino Honduras y estaba David Suazo, era muy famoso por que también estuvo en el Inter de Milán.
“Recuerdo que me costó mucho trabajo conseguir la playera de Honduras, así que tuve que pedir por internet en una tienda de Miami, el envió fue muy caro pero por fin estaba el número de Suazo, ya con la playera fui al hotel, hablé con el presidente de la Federación de Honduras, pese a que en ese momento pasó Suazo no accedió porque según el estaban concentrados”.
Con la promesa de conseguirla después le pidió que dejara la playera y al terminar el partido la firmarían.
“Terminó el partido, regresé al hotel y nunca salió, al otro día fue en la mañana, que según ya la tenían, esperé como cuatro horas y nada, al final se perdió la playera, algo complicado, pero es parte de la búsqueda, tiene que pasar de todo”, reconoció.
Pero también tiene la de Maradona cuando era técnico de Dorados, tuvo la oportunidad de estar con el como cinco minutos, tiempo suficiente para que me firmaba las playeras, era una retro del Napoli de los 80s y una del Boca Juniors.
También tiene playeras firmadas por Pelé, Johan Cruyff, Messi y el equipo del Barcelona, del Real Madrid cuando estaban los Galácticos (Luis Figo, Zidane, Roberto Carlos, Ronaldo, Iker Casillas), además de los jugadores del Atlético de Bilbao.
Además Luis Orduña tiene objetos valiosos de beisbol, como es el bat de Jorge Cantú, de pilotos de rallies mundiales, de la Indi, Fórmula 1, tenis, máscaras de luchadores, guantes de boxeo de Saúl “Canelo” Álvarez y Julio César Chávez.
“La playera más reciente es de Vicente Pereda, ex jugador de los Diablos Rojos del Toluca, y no tengo el dato de cual sería la siguiente, pero voy a buscar la de El Salvador ahora que venga a jugar contra México (30 de marzo) en Concacaf”.
El proyecto de un museo
Pero está el proyecto de compartir todo el acervo con el Museo de las Colecciones, porque en la familia de Luis Orduña son muy “chahareros” y todos tienen algo, así que el proyecto ya está.
“Mi papá (Luis Orduñas Villegas) quería hacer un Museo de las Colecciones porque somos muy chachareros y su familia en general también lo es, cada uno de sus hermanos tiene distintas colecciones, es un proyecto a futuro, ojalá lo pueda hacer).
Hay colecciones de todo, por ejemplo hay una tía está enfocada en las cucharitas, otra campanas, tazas, por lo que es suficiente para juntar todos los objetos da para un pequeños museo, además que mucha gente se identificaría porque todos somos coleccionistas de algo.
