En el municipio de Chimalhuacán se construyó un altar a Mictlantecuhtli y la Santa Muerte para no perder la tradición y las raíces prehispánicas de México.
José Carlos Gonzales Hernández, originario de este municipio, dijo ser devoto del Dios del inframundo Mictlantecuhtli, así como de la Santa Muerte, por lo que construyó un altar donde instaló las imágenes de más de metro y medio de altura.
“Lo que yo he tratado es no perder las raíces prehispánicas que tenemos nosotros, a final del día Mictlantecuhtli es el protector del inframundo de la ciudad de los muertos”.
Desde hace cinco años comenzó a construir el altar en el Barrio Alfareros con una imagen de la niña blanca, como es conocida entre los fieles.
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“La santísima es una devoción que yo he tenido siempre con ella, es un santo que veneraba la iglesia anteriormente, ahorita lo adoramos con este altar, además practicamos lo que es la santería y el palo mayombe, es una situación que trabajamos con los muertos y se relaciona un poco con todos ellos”, explicó.
Mictlantecuhtli era el señor del inframundo y señor de las sombras, se identificaba con el Dios maya Ah Puch. Según las creencias mexicanas, para acceder al Mictlán los espíritus tenían que llegar a un río que solo podía cruzar con un perro (el xololtzcuintle), lo que permitía pasar a otra dimensión.
En entrevista para este diario, explicó que todos los días primero de cada mes, a las 20:00 horas, organiza un rosario donde gente de la comunidad acude a venerar las imágenes.
La veneración a la Santa Muerte es uno de los movimientos religiosos que en la actualidad tienen una rápida expansión, a la vez que genera una fuerte polémica. La Santa Muerte es una figura de culto venerada principalmente en México y Estados Unidos, que supone una mezcla de las creencias católicas y las mesoamericanas y su veneración es condenada por la iglesia católica.
Señaló que a partir de que publicaron el altar en redes sociales, acude gente de Pachuca, Puebla, Tepito, Tacubaya, Nezahualcóyotl y demás lugares.
Esta adoración consta de cuatro imágenes de la niña blanca y de una de Mictlantecuhtli quien posa como guerrero en forma de protección a su pueblo, el cual es venerado con gran devoción.
