Bajan ingresos de Telefónica en México

Los ingresos de Telefónica en México cayeron 2.1 por ciento en el tercer trimestre, un resultado que la española atribuyó a una fuerte competencia y el pago para renovar el espectro que posee en México.

Sus ingresos se ajustaron a 333.6 millones de dólares en México entre julio y septiembre.

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Esto fue resultado de una mayor competencia en el mercado mexicano, pero también del pago por la renovación de espectro en México. La española destina 15 por ciento de sus ingresos para pagar dicho espectro en la red de telecomunicaciones mexicanas, según declaró Trinidad Jiménez, directora de estrategia global de asuntos públicos de Telefónica, en su reciente visita al país.

El reporte de la telefónica indica que su Ingreso Promedio por Usuario (ARPU) de julio a septiembre fue de 2.67 dólares en México, menor a los 2.79 dólares reportados en el mismo periodo del año pasado.

El grupo ibérico dio a conocer a nivel global una pérdida neta de 443 millones de euros (unos 490 millones de dólares) en el tercer trimestre, debido al costo de su plan de reestructuración en España.

Pese a ello, Telefónica dijo en un comunicado que confirma "todos los objetivos previstos para el año, así como el dividendo correspondiente a 2019".

En el tercer trimestre, el grupo destinó cerca de mil 880 millones de euros (más de dos mil millones de dólares), de los cuales mil 732 millones sólo en España, para cubrir el costo de la reestructuración, anunciada en septiembre.

El plan consiste en un programa de salidas voluntarias, destinado a asalariados de más de 53 años o con más de 15 años de antigüedad, es decir, cerca de cinco mil personas sobre un total de 25 mil empleados en España.

Al final se acogieron al plan dos mil 636 empleados, anunció Teléfonica. El grupo ha prometido que por cada jubilación anticipada contratará a dos personas. Al menos la mitad de esos empleos serán para menores de 35 años.

En los mercados de Brasil y Argentina, la telefónica acusó el impacto negativo de los tipos de cambio, por la depreciación del real brasileño y el peso argentino respecto al euro.