Lamentablemente, la cuesta de enero puede traer consigo incremento en diferentes ilícitos como el fraude financiero, el cual cada vez se vuelve más sofisticado en el Estado de México, al igual que en todo el país.
Ante esta realidad, Cristina Eugenia Pablo Dorantes, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), pidió tomar en consideración que la situación económica que vivimos a raíz de la pandemia se ha vuelto muy complicada.
“Encontramos un golpe muy severo a la economía de todos los mexicanos, ya que algunos perdieron su empleo y otros han visto mermado su salario, lo cual les ha complicado su actividad financiera con los bancos, al no poder pagar tarjetas o créditos”, apuntó.
En este sentido, la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom) advirtió de un aumento en los fraudes digitales en el actual entorno económico, a raíz del confinamiento por la pandemia de coronavirus.
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Dicha organización sostiene que, debido a la crisis del coronavirus, muchas personas y empresas han requerido créditos para poder mantenerse y salir avantes, por lo que los organismos “fantasma” aprovechan esta situación para engañar a los pequeños y medianos empresarios.
La especialista de la máxima casa de estudios de la entidad, lamentó que la delincuencia siempre encuentre la forma de sorprender a las personas, haciéndoles creer que los apoyará económicamente.
“Si bien a muchas personas les puede resultar atractivo el hecho de conseguir préstamos para sortear la cuesta de enero o sus deudas pendientes, les recomendamos que no crean en cualquier institución crediticia”, indicó.
Subrayó el hecho de que para muchas personas los intereses que cobran los bancos todavía les resulten muy caros, y ante ello buscan otras opciones que les resulten rentables, aunque pongan en riesgo su patrimonio.
Otro punto a considerar, dijo, es que, si una persona se encuentra en buró de crédito, como consecuencia de adeudos anteriores, es muy posible que un banco no le preste.
“Hay delincuentes que utilizan el gancho de préstamos e incluso ofrecen tarjetas de crédito, lo cual no es posible cuando las personas interesadas tienen un mal historial crediticio. Pero si esto ocurre, es probable que nos encontremos ante un fraude”, concluyó.
