De enero a septiembre, 2.2 millones se sumaron al grupo de trabajadores con ingresos de entre tres mil y seis mil pesos mensuales.
En contraste, 2.3 millones de mexicanos salieron del grupo que gana entre nueve mil y 15 mil pesos, esto de acuerdo con el informe 2019: El Avance de la Precarización Laboral Heredada, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El análisis agrega que en los primeros tres trimestres del año se redujo en 571 mil el número de plazas laborales que pagan más de cinco salarios mínimos (más de 15 mil pesos), y además, 3.3 millones de mexicanos trabajaron pero sin ingresos.
A propósito del reporte de empleo publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el IDIC señala que los datos indican que la precarización del mercado laboral continuó su avance.
Esta tendencia, advierte, no se puede contener con programas asistencialistas o aumentos en el salario mínimo, sino con inversión productiva.
La razón de este avance radica en la naturaleza de las empresas en donde se crean los trabajos. De 1.2 millones puestos en lo que va del año, 77 por ciento se generó en micronegocios y 399 mil en micronegocios, pero sin establecimiento, es decir, en la informalidad.
El IDIC, que encabeza José Luis de la Cruz, apunta que la recesión en el sector industrial afectó la generación de empleo de valor agregado. La construcción, por ejemplo, perdió 117 mil puestos de trabajo. La mayor generación se observó en sectores de bajo valor agregado, como el comercio, con 597 mil o en restaurantes y alojamiento temporal, con 384 mil.
La Cuarta Transformación, señala el IDIC, enfrenta su mayor desafío social y económico en la precarización heredada del mercado laboral.
Las cifras del Inegi muestran que el mercado laboral avanza en un sentido distinto a la directriz del presidente Andrés Manuel López Obrador de alcanzar un mayor bienestar para las familias mexicanas. “La recesión industrial y el nulo crecimiento del PIB ya cobran una factura social y económica porque las empresas en el país enfrentan un entorno adverso”, subraya el IDIC.
Según el reporte del tercer trimestre del Inegi, la Tasa de Condiciones Críticas de ocupación en ese lapso fue histórica: 19.5 por ciento.
Se trata de personas que trabajaron menos de 35 horas semanales por razones ajenas a su decisión, además de las que laboraron más horas pero con un ingreso mensual menor a los tres mil pesos (un salario mínimo).
Además, esa tasa considera a quienes laboraron más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos, es decir, menos de seis mil pesos al mes.
En general, la tasa de desempleo entre julio y septiembre fue de 3.6 por ciento de la población económicamente activa, las más alta en casi tres años.
De acuerdo con el Inegi, en el tercer trimestre había 2.1 millones de personas desocupadas en busca de empleo.
