Entre 2015 y 2020 el Estado de México incrementó 7 puntos porcentuales en la población con carencia por acceso a los servicios de salud, tras pasar de 20.2 a 27.2, reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Con lo anterior, un 27% de la población mexiquense, que hasta el 2020 era de 16 millones 992 mil 418 personas según estadísticas del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, no cuenta con acceso a servicios de salud.
Esta cifra está por arriba de la media nacional estimada por el Coneval, de 21.5% para el 2020.
Tomando de referencia el periodo de 2000 a 2020, el año 2015 fue el más bajo en materia de carencia a acceso a servicios de salud, pues en 2000 fue de 58.0% y en 2010 de 39.6%.
Pese a ello, el rezago educativo, viviendas dignas y los servicios básicos en la vivienda, presentaron resultados favorables en el estudio realizado por el Coneval previo al inicio de la pandemia de la Covid-19.
Cabe destacar que el Coneval refiere como acceso a los servicios de salud la afiliación o inscripción al Seguro Popular o Insabi, a una institución pública de seguridad social o a servicios privados médicos.
Rezago educativo
Respecto al rezago educativo, el Estado de México presentó el nivel más bajo desde el año 1990 y hasta el 2020, al registrar 13.5 puntos porcentuales.
En 2015, el rezago educativo que había en la entidad mexiquense fue de 14.3%, en 2010 de 14.5%; en el 2000 de 16.7% y en 1990 de 20.5%.
Con ello, se deduce que entre 1990 a 2020 se tuvo una reducción de 7 puntos porcentuales.
En la medición del rezago educativo, el Coneval consideró dos vertientes: la población de 3 años a 15 años que presentaron asistencia escolar y la población de 16 años a más que, a su vez, se dividió en los nacidos hasta 1981 con primaria completa y los nacidos a partir de 1982 con secundaria concluida.
Calidad y espacio de la vivienda
El Coneval tomó de referencia aspectos de la vivienda como pisos, muros, techos y hacinamiento y detalló que “todo el hogar es carente si no cuenta con alguno de estos elementos de la vivienda.
Con base en lo anterior, en el Estado de México en 2020 hubo un 1.4% de población con viviendas con carencia por material de pisos, es decir, tenían piso de tierra, muy por debajo de la media nacional estimado en 3.3%.
Este porcentaje también fue el más bajo entre 1990 y el 2020, al registrarse un 12.7% hace 30 años, un 7.2% hace 20 años, un 3.3% hace 10 años y 1.9 durante el 2015.
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Respecto a la medición del porcentaje de la población en viviendas con carencia por material de muros, es decir, que no fueran mínimo de embarro o bajareque; de carrizo, bambú o palma; de lámina de cartón, metálica o asbesto; o materia de desecho, el Coneval detalló que en 2020 la entidad mexiquense tuvo un incremento del 0.1%, al pasar de 0.3 en 2015 a 0.4 el año pasado.
En tanto que en 2010 el porcentaje fue de 0.6%, en el 2000 del 0.8% y en 1990 de 1.8.
Por cuanto hace a la población en viviendas con carencia por material de techos, en la entidad hubo un 1.5% en 2020, siendo el más bajo registrado desde hace 30 años, no obstante, este porcentaje está por arriba de la media nacional estimado en 0.9%.
En este rubro, el Coneval tomó de referencia las viviendas que no contaban con techos de material de desecho o lámina de cartón como mínimo.
Mientras que en el hacinamiento de viviendas, que contempla 2.5 residentes o más por cuarto, en la entidad en 2020 había 6.8% de población en esta condición, porcentaje por debajo de la media nacional estimado en 8.3%.
Durante 2015 este rubro registró 9.3 puntos porcentuales, 10.6 en 2010, 17.5 en el 2000 y 24.7 en el año de 1990.
Servicios básicos de la vivienda
En el apartado de los servicios básicos de vivienda, en los cuáles se considera electricidad, agua y drenaje, el Coneval detalló que en el Estado de México un 2.9% de la población no contaba con agua entubada, porcentaje por debajo de la media nacional estimada en 3.8% para el 2020.
De la población con viviendas con carencia por servicio de drenaje, el año pasado en la entidad había un 5.0%, mientras que la carencia por servicio de electricidad fue registrada en un 0.2%.
En ambos casos el porcentaje estuvo por debajo de la media nacional estimado en 6.0 y 0.6%, respectivamente.
