Los últimos días para Ulises, mesero de un restaurante en Toluca, han sido de incertidumbre, ya que sus ingresos mermaron hasta un 50% desde el inicio de la pandemia por Covid-19.
El trabajador de la industria restaurantera lamentó que desde marzo del año pasado, haya conocido de manera directa los estragos de la actual crisis sanitaria, como la pérdida de empleos de sus compañeros y el cierre continuo de establecimientos del ramo.
Ulises forma parte de los 300 mil trabajadores que organismos del ramo, como la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) y la Asociación de Bares y Restaurantes (Asbar), estiman que todavía brinda este sector en el Estado de México.
- También puedes leer Replican "cacerolazos" en Edomex
“Sinceramente, han sido meses muy complicados, porque he visto cerrar muchos restaurantes debido a la caída en sus ingresos. Aunado a ello, tengo que pagar renta y servicios básicos”, expresó.
También dijo tener conocimiento de que algunas empresas del ramo han hecho diferentes esfuerzos por mantener los espacios laborales, pero las ventas de comida para llevar no alcanzan para sacarlas adelante y pagar sueldos.
“Nuestros sueldos han ido a la baja, pero entendemos el momento por el que atraviesa este gremio, porque no hay ventas”, aseveró.
- Te puede interesar: "Quédate en casa y muérete de hambre": acusan restauranteros de Metepec
Indicó que no es tiempo de divisiones, motivo por el cual los empresarios y trabajadores se han unido más que nunca.
“Es momento de apoyarnos todos los que trabajamos en el sector restaurantero. Estamos sufriendo y sobreviviendo como dice el slogan ¡Abrimos o morimos!, pero no daremos marcha atrás, aquí seguiremos”, sostuvo.
Finalmente pidió tomar en consideración que en este sector manejan estrictas medidas de seguridad, por lo que al ingreso a los negocios se les brinda a los comensales: gel antibacterial, se les toma la temperatura, se les pide uso de cubrebocas y se instalan tapetes sanitizantes, entre otras acciones.