Diego Luna confesó que la historia de Abel no fue lo que se planteaba al inicio y que ese proyecto nació de dos experiencias, la primera, ver Hamlet en Londres y “luego leyendo un libro de David Trueba en el que había un personaje con un síndrome que se inventó, donde se sentía adulto”.
El actor y director mexicano se reunió ayer en la Cineteca Nacional, en la Ciudad de México, con los actores José María Yazpik, Karina Gidi, Antón Araiza, Johanna Murillo y Cassandra Ciangherotti para hacer una lectura pública del guión del largometraje que él dirigió.
El objetivo de esa actividad fue ofrecer una experiencia diferente en el modo de visualizar una cinta y de esa manera dar un vistazo de cómo luce una historia antes de ser llevada a la pantalla grande, según se informó en el evento.
“Así ya nos aseguramos de que alguien lo lea, porque normalmente uno edita libros que nadie lee”, externó.
Diego Luna comentó que la historia del filme “no fue lo que nos planteábamos al inicio”, y mencionó que éste nació de dos experiencias: “la primera fue de ver Hamlet en Londres (…) y luego leyendo un libro de David Trueba en el que había un personaje que tenía un síndrome que se inventó, donde se sentía adulto”.
La trama de Abel, estrenada en 2010, hace referencia a un niño de nueve años de edad cuyo modo negativo de expresarse lo ha llevado a un centro de salud mental, mientras que su madre, una mujer soltera, está convencida de que la convivencia con sus hermanos podría ser la cura que su hijo requiere.
Justo antes del desenlace del texto el director pidió parar, pues prefirió que la conclusión se viera en la proyección de la película. El impreso será puesto a la venta bajo la edición de Cinema 23.