Las vialidades mexiquenses, sobre todo las más transitadas, promedian un parque vehicular de 11.4 millones de automotores y lo hacen a una velocidad de 6.4 kilómetros por hora, lo cual representa el aforo más alto del país.
El estudio denominado El Costo de la Congestión, Vida y Recursos perdidos, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la asociación SINTRÁFICO recientemente publicado, aborda una análisis de las 32 ciudades capitales del país sobre los costos de la congestión vial.
En el Día Mundial sin Automóvil, el estudio permite observar los altos costos en horas y gastos económicos que realizan los usuarios de transporte público y automovilistas en Toluca y el Valle de México por la falla en las políticas públicas.
Altos costo
Según el estudio, el tráfico de las ciudades mexiquenses cuestan a los ciudadanos que las circulan 49 mil 700 millones de pesos al año.
En tanto, el costo per cápita para el Valle de México es de 5 mil 827 pesos y para Toluca es de 3 mil 482 pesos al año por cada usuario de transporte público y automovilista afectado con el tráfico.
Dicho costo es el más alto de las 32 ciudades más grandes del país, por encima de Monterrey, Guadalajara, Puebla y Tijuana, detalla el estudio.
En cuanto a horas perdidas por año, el daño es de 146.45 horas para el Valle de México y de 116.07 para la capital mexiquense.
Recursos mal dirigidos
Otras cifras del documento indican que en Toluca sólo se invierte el 0.1% del presupuesto destinado a obras de movilidad para el beneficio de usuarios del transporte público, cuando dicho servicio lo usan a diario el 40% de los toluqueños.
Y por el contrario, la inversión del presupuesto para el uso del automóvil es del 60% pero sólo el 20% de los habitantes usan este tipo de traslado, detalla el estudio.
Para el caso del Valle de México, la situación es similar, pues sólo el 4% de la inversión se hace para infraestructura de transporte público, pese a que el 47% de los ciudadanos se mueven en esta forma.
Además, la inversión en los presupuestos de los gobiernos para el uso de automóvil es del 35% pero sólo el 17% usa un vehículo particular para realizar sus actividades.
Lo anterior, se refiere a que las obras viales se concentran en construcción de carreteras, distribuidores, bacheo, y trabajos de reparación de caminos.
Mientras que se deja de lado la construcción de ciclovías, calles completas para el uso de peatones y ampliación de áreas verdes.
Parque en transporte público
En el Estado de México, existe un padrón concesionado en transporte público de casi 200 mil unidades y un aproximado de 11 millones de personas se mueven en éste.
De forma específica, el centro de la capital mexiquense, es transitado a diario por 22 líneas transportistas, que “ahorcan” las vialidades en 89 derroteros, los cuales corren de las delegaciones y cruzan el centro histórico.
De acuerdo con el banco de datos de la Secretaría de Movilidad (Semov), la zona centro, es el punto donde se concentra más del 90 por ciento de las rutas del transporte público y una sola línea puede dominar hasta 15 derroteros.
Asimismo, el estudio de demanda USTRAN- ILF de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), precisa que en el municipio de Toluca hay 135 rutas del transporte público con 29 empresas de servicio urbano colectivo, de las cuales 22 desembocan en el centro.
El 80% de la circulación se concentra sobre la avenida Sebastián Lerdo de Tejada, entre la calle Ignacio López Rayón y Vicente Villada, Benito Juárez y Morelos.
Vías rápidas
Las vialidades que conectan de forma directa e indirecta a lo que serán las estaciones del Tren Interurbano México-Toluca, presentan un exceso de flujo vehicular, que obligan a tránsito pesado en horas pico y perder horas-hombre a diario.
Paseo Tollocan, principal acceso a la capital mexiquense, por día tiene una demanda de 191 mil 17 automotores y por semana 1 millón 910 mil 660 vehículos, tanto particulares como de transporte público, según el estudio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Los autobuses de transporte público registran por semana 35 mil 213 unidades y por día superan los 5 mil 30 automotores.
Este flujo supera incluso el de la autopista México-Toluca, que promedia por día 55 mil 559 automotores en ambos sentidos.
Mientras que por semana la demanda vehicular es de 288 mil 911 usuarios en ambos sentidos, según el estudio de demanda vial USTRAIN-ILF de la SCT.
La vialidad Solidaridad Las Torres, que comunica a los municipios de Zinacantepec, Toluca, Metepec, San Mateo Atenco y Lerma, en una longitud de 16.3 km y 4 cuerpos de dos carriles cada uno, tiene una capacidad para 45 mil vehículos diarios.
Otra de las avenidas con flujo vehicular de relevancia, es José López Portillo y la carretera federal Toluca-Naucalpan, que promedian ambas 428 mil 722 automotores por semana y por día 61 mil 246 vehículos en horas pico, revela el estudio.
La autopista México-Toluca, promedia por semana 388 mil 911 automotores en circulación en ambos sentidos.
Tan sólo de autobuses esta autopista cuantifica 354 mil 90 unidades y en fines de semana el promedio es de 50 mil 584 vehículos de este tipo.
Falla planeación
La concentración de los derroteros genera pérdida de horas-hombre, según analiza el arquitecto Edgar Alfonso Benítez Velázquez, maestro en estudios sustentables de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
“Existe un grave problema de movilidad en la zona centro de Toluca, por el tipo de uso de suelo que tenemos, que es de servicios, administrativos y que obliga a que haya una sobreoferta y más una mala estructura del transporte”, sostuvo el especialista en urbanismo.
Movilidad alternativa
Benítez explicó que son tres factores que modificarían la movilidad en el centro de la ciudad.
La primera tiene que ver con retomar la ecozona, que le de prioridad al peatón, se construyan andadores y haya seguridad vial para moverse.
“Para que haya movilidad se tendría que cerrar algunas calles, además de crear una red amplia para el uso de las bicicletas”, agregó.
La segunda sería construir una red amplia de ciclovías que permita trasladarse sin dificultad en el primer cuadro, pues el proyecto actual se ha encontrado con problemas en los que las redes no llevan a muchos destinos y no hay señalización, aseguró el urbanista.
Su propuesta es que se tendría que apostar por el sistema BRT, (Mexibús) para vialidades como Lerdo y Morelos que cruzan de este a oeste la ciudad, estas rutas serían truncales como se aplica en ciudades modernas de Europa, y reducir a dos y tres formas de transporte en el centro, añadió Benítez.
“Una manera de generar más movilidad para llegar al centro, sería que los camiones desembocaran a las afueras mediante el sistema BRT, y de ahí la gente pudiera caminar a la zona centro, pero ya con infraestructura”, enlistó.
