La instauración del 30 de abril para festejar el “Día del Niño” y que está a punto de cumplir 100 años datan del año 1924. Sin embargo fue en 1916 en la ciudad de Tantoyuca, Veracruz donde esta celebración a nivel nacional tuvo su origen.
En el año 1924 siendo presidente de la República el General Álvaro Obregón y Ministro de Educación Pública el licenciado José Vasconcelos, se acordó el 30 de abril como oficial para la celebración del día del niño.
De acuerdo a José Vasconcelos, “había que hacer de cada escuela un palacio con alma, para que los niños pobres, descalzos y hambrientos vivieran en palacios las mejores horas de su vida y guardaran recuerdos luminosos”.
Esta decisión fue tomada con la finalidad de lograr reafirmar los derechos de los niños y crear una infancia feliz para un desarrollo pleno e integral como ser humano.
La Organización de la Naciones Unidad (ONU) instauró oficialmente el 20 de noviembre para la celebración de “El Día Universal del Niño” en memoria de todos los niños que habían fallecido durante la Primera Guerra Mundial.
Debido a que en México se celebra el aniversario de la Revolución Mexicana el Gobierno del expresidente Álvaro Obregón, decidió ratificar la fecha e instauró que a partir de 1924, el 30 de abril se celebraría a todos los infantes.
De acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) el objetivo de esta celebración, además de festejar y demostrar amor a las niñas y niños es recordar a la ciudadanía que sin duda son los infantes el colectivo más vulnerable y, por tanto, que más sufre las crisis y los problemas del mundo.
Cada país decide un día especial para celebrar a los niños, donde cada familia con pequeños celebra el “Día del Niño de forma” diferente, por lo que los padres y por supuesto los menores deberán decidir cómo quieren pasar este importante día.
Esta fecha, también es utilizada para dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.
Desde su instauración en México se exhortó a todas las instituciones a fomentar la fraternidad y la comprensión hacia esa población, así como a desarrollar actividades para la promoción de su bienestar y de sus derechos.
Los derechos de los niños son ocho: El Derecho a la vida, el Derecho a la educación, el Derecho a la alimentación, el Derecho a la salud; el Derecho al agua, el Derecho a la identidad, el Derecho a la libertad y el Derecho a la protección.
