“La piel se arruga pero nuestro corazón sigue teniendo 15 años”, dice Juana, sonriente y visiblemente emocionada, mientras toma su clase de pintura en la casa de día ‘Sonreír a la vida’ del Sistema Municipal DIF de Naucalpan, que reabrió sus puertas luego de permanecer cerrada durante dos años por la pandemia de Covid-19.
Juana Sánchez García, vecina del pueblo San Lorenzo Totolinga, y usuaria del lugar expresó: “me gusta mucho el trato que nos dan aquí, yo participo también en los talleres de papel crepé, la convivencia con mis compañeras es inigualable, venimos a dejar de lado los problemas y a distraernos”.
Lupita venía también a la casa para adultos mayores, pero ahora se muestra indecisa a la hora de retomar sus actividades, a pesar de estar totalmente vacunada.
Ubicada en la colonia Bosque de los Remedios, las instalaciones tienen capacidad para atender hasta 70 personas adultas mayores, quienes realizan actividades físicas como cardio, pilates, gimnasia rítmica, yoga y zumba.
Además de canto, manualidades, taller de papel crepé, pintura en tela y óleo, bordado de listón, juegos de mesa, entre otras.
La coordinadora de este espacio, Araceli Loyola Rodríguez, informó que el costo de recuperación es de 550 pesos al mes por persona, tarifa que incluye todas las actividades anteriores, una colación matutina y una comida completa que se elabora con ingredientes saludables para cuidar el bienestar de los abuelos.
Además, próximamente la casa de día “Sonreír a la vida” contará con atención médica, psicológica y asesoría legal en caso de que alguna persona adulta mayor requiera de estos servicios.
¿Salud física de los abuelos deteriorada?
La psicóloga María de Lourdes Nájera del Hospital Satélite dice que el grupo especialmente vulnerable al Covid-19 sigue siendo el de las personas de 60 años y más.
“Muchos adultos mayores en edad avanzada están luchando con desafíos físicos, emocionales y cognitivos tras dos años de estar encerrados en casa, dejando de hacer sus actividades habituales y viendo a pocas personas, o a ninguna”.
La especialista advierte que al permitir el sector salud todas las actividades y el libre tránsito, los abuelos deben volver a sus actividades que antes realizaban, o pueden morir por enfermedades relacionadas con la depresión.
“Los adultos mayores ahora se enfrentan a la perspectiva de una peor salud y una mayor fragilidad por la debilidad muscular, la mala alimentación, la interrupción del sueño, la ansiedad y el aislamiento entre otros”, asegura.
Considera que los municipios deben reactivar estas casas de servicios para los adultos mayores que están ansiosos por salir y hacer lo que hacían hace dos años, antes de la pandemia.
