Toluca, México.- Tras el inicio de la canícula, es decir, el periodo más caluroso del año, a partir del pasado 18 de julio, médicos veterinarios y rescatadores de perros llamaron a la ciudadanía a no exponer a sus mascotas al sol directo por largo tiempo, pues incrementan las posibilidades de deshidratación, alteración en su ritmo cardíaco, exceso de salivación, quemaduras en sus patas y hasta desmayos.
A través de sus redes sociales, clínicas veterinarias de renombre en el valle de Toluca dieron a conocer que la temperatura canina ronda entre los 38 y los 39.2 grados, por lo que si su temperatura llegara a los 40 grados se produciría lo que se conoce como golpe de calor.
De acuerdo con Rita Domínguez, Médico Veterinario Zootecnista, entre las principales recomendaciones a seguir cuando se tiene bajo cuidado a un perro, destaca el evitar paseos entre las 11 y las 16:00 horas, pues en este periodo es cuando se registran temperaturas altas, además de que el ejercicio o paseo, debe ser llevado a cabo de manera tranquila y lenta, sin forzar al ejercicio físico.
A esto se agrega el soltar constantemente el bozal del perro, en caso de que utilice uno, debido a que gracias a esto podrá jadear de manera natural y refrescar y regular su temperatura.
Durante su estancia en la vivienda y si es que el perro no vive dentro de casa, lo ideal, según la MVZ, es preparar un sitio con ventilación suficiente y sombra, con el objetivo de evitar que se acalore, además de cambiar constantemente el agua del bebedero, acción que contribuye a su hidratación y regulación de su temperatura.
Por otro lado tampoco deben ser dejados en un lugar encerrado, tales como un vehículo.
En el caso de perros que tienen pelaje largo, lo más recomendable es llevarlo al veterinario para que le recorten su pelaje o de lo contrario, colocar una toalla húmeda por dos o tres minutos sobre su cuerpo, pues de ésta manera se contribuirá a regular su temperatura sin que se haga de una forma brusca que altere su salud.
Señales de alarma
Rita Domínguez explicó que los signos de alarma en un perro que sufre golpe de calor son el jadeo constante -más de lo normal-, exceso de salivación, dificultad para respirar, cambio en el color de sus encías, debilidad y en el caso más grave vómito y desmayos.
Entre las medidas no recomendables cuando el perro presenta una crisis por su elevada temperatura destaca el bañarlo con agua fría, debido a que puede ocasionar problemas de salud.
Cabe mencionar que la principal recomendación es que si el perro presenta un comportamiento extraño o si se tiene la sospecha de que presenta un golpe de calor, inmediatamente debe ser llevado con un médico veterinario para recibir atención inmediata.