Toluca, México.- En las próximas tres décadas la población de adultos mayores aumentará a más de 32 millones de personas, lo que representará un desafío tanto para el Estado de México, como para el país en lo que corresponde a la atención integral hacia dicho segmento de la población.
Así lo estableció, Laura Zaragoza, maestra en Derecho por parte de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), quien se pronunció a favor de que exista una relación directa entre las necesidades de las nuevas generaciones de adultos mayores -no sólo materiales-, su dinámico entorno social y las demandas que derivan de su dimensión subjetiva.
A través de su estudio: “Dimensión subjetiva del derecho humano a la salud de los adultos mayores”, la especialista hizo hincapié en la necesidad de eliminar las barreras institucionales, legales, sociales y físicas, entre otros rubros, las cuales pudieran atentar en contra la dignidad de este grupo vulnerable y limiten sus condiciones de igualdad.
La sociedad mexicana, abundó, debe encontrar el origen del estar bien y sentirse bien del adulto mayor, desde la perspectiva de propio actor social y desde ese espacio, brindándoles la atención necesaria y requerida en términos referenciados, enfatizando en los programas preventivos.
De acuerdo con otros especialistas en el tema, como Denisse García López, nuestro país ha experimentado desde la década de los años 30, una transición demográfica acelerada, lo que hace prever que para el año 2050 un 23 por ciento de la población será adulto mayor; es decir, una de cada cuatro personas pertenecerá al grupo de 65 años y más.
El tránsito de una persona joven a una población adulta mayor generará repercusiones y transformaciones en los hogares. “Habrá una consecuencia imprevista en el incremento de las necesidades y atención para este sector”.
