De acuerdo a la coordinación municipal de Protección Civil de Tlalnepantla, los trabajos de estabilización de la zona afectada por el desprendimiento de rocas en el cerro El Chiquihuite podrían concluir en dos semanas si las condiciones climáticas y de seguridad lo permiten, informó el mando conjunto conformado por autoridades de protección civil estatal y municipal.
Hugo César Mendoza Castillo, titular de la dependencia municipal, asegura que se tiene un avance significativo en el retiro del material con el que se conformó el terraplén para tener acceso a la zona cero y en la colocación de anclas y muros de gaviones hechos con piedras y alambre como mecanismo de contención.
Asimismo se han colocado drenes para que los escurrimientos pluviales no afecten al macizo rocoso y se tiene un 50 por ciento de avance en el retiro de la piedra de 200 toneladas que cayó en la calle Chimalhuacán, colonia Lázaro Cárdenas Segunda Sección.
El titular de Protección Civil de Tlalnepantla añadió que mantiene reuniones con el Coordinador General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo del Estado de México, Samuel Gutiérrez Macías, para establecer las estrategias operativas, también se realizan recorridos con vecinos de las tres secciones de esta comunidad y otras colonias para ubicar puntos de riesgo y monitorear los que ya han sido detectados.
En dos semanas se realizará una evaluación para decidir sobre la factibilidad del retorno controlado de las familias que habitan en los cinco polígonos de seguridad, que fueron evacuadas como medida de prevención.
Vecinos con miedo de regresar a sus casas
Juan Carlos tiene miedo de volver a su casa. Él, su esposa e hijos son habitantes de una de las 136 casas que se desalojaron de las faldas del Cerro del Chiquihuite, en el municipio de Tlalnepantla.
“La casa es de mi mamá, que en paz descanse”, señala.
Se mantiene pendiente de los avisos de la autoridad, que realiza recorridos con ingenieros para determinar si las personas pueden o no volver a sus hogares en dos semanas.
Sigue viviendo en el albergue instalado en el salón de fiestas Kamakiri, que una vecina de la colonia Lázaro Cárdenas prestó para atender a las víctimas del pasado 10 de septiembre, cuando se registró el derrumbe en el Cerro del Chiquihuite.
Luna García también fue desalojada de su vivienda en la segunda sección de Lázaro Cárdenas. Una vez que recibieron el aviso de que tendrían que irse de su vivienda temporalmente, comenzaron a empacar ropa, documentos, ollas y la televisión. “Aunque sea para entretenernos”, dice.
Por fortuna, tiene un departamento en el municipio de Cuautitlán, que se encontraba vacío.
Hasta este lugar llegaron ella y las ocho personas con las que vive: sus dos hijos, su esposo, sus suegros, su cuñada y sus dos pequeños.
“Nos dijeron que podía haber algún deslave o cualquier cosa, por eso nos fuimos, pero ahora tenemos miedo de regresar a la casa, que no sabemos cómo se encuentre”, menciona.
