Perder el cabello durante un tratamiento contra el cáncer ya puede evitarse.
Mediante un dispositivo sueco, llamado DigniCap, en el Centro Oncológico del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) ayudan a pacientes con distintos tipos de cáncer como pulmón, mama, próstata, linfomas y de colon.
Este dispositivo, que consiste en la utilización de un gorro de silicón, impide la pérdida del cabello durante las quimioterapias hasta en un 86%, lo cual reduce los efectos emocionales y sicológicos, principalmente en pacientes mujeres.
A través del gorro circula un líquido refrigerante proveniente de un módulo a temperatura constante de 3 a 5 grados centígrados, se coloca en el cráneo del paciente para enfriar el cuero cabelludo. Esto hace que se estrechen los vasos sanguíneos y de esta forma reducir el metabolismo de las células del folículo capilar para reducir los efectos de la quimioterapia.
Roberto Hernández, médico cirujano oncológico y quien lideró el DigniCap México, detalló que este sistema se inventó hace 20 años en Suecia y llegó a México hace 10; actualmente se atienden más de 10 mil pacientes en Europa y en México cerca de 2 mil, distribuidos en hospitales de cinco estados.
Tras los resultados que se han obtenido se busca instrumentar este procedimiento a más hospitales públicos, pues existe mayor aceptación por parte de la comunidad médica.
“Antes había la desconfianza de tener efectos secundarios por no llegar la quimioterapia en el cuero cabelludo, pero se ha comprobado que no existe ninguna situación adversa, lo único que presentan los pacientes es un poco de frío que se soluciona tapándolos; otros sienten dolor de cabeza, el cual se quita con un analgésico convencional”, dijo el especialista en entrevista vía telefónica, quien trabaja en el Hospital ABC Observatorio en la Ciudad de México.
De igual forma se busca que las autoridades presten más atención y puedan apoyar a los diferentes hospitales para que todos tengan un equipo de este tipo, lo que ayudará a una mejor calidad de vida en el tratamiento médico.
La mayoría de pacientes son candidatos para contar con esta opción, pero hay algunos donde no es posible.
Los únicos tratamientos donde no está indicado DigniCap es en aquellos donde dura mucho tiempo la infusión de la quimioterapia, estamos hablando de más de 24 horas, como es el caso de las leucemias, pero ha funcionado en quienes padecen cáncer de pulmón, mama, próstata, linfomas y de colon.
Esto permite al paciente afrontar el tratamiento con más entusiasmo, tanto en lo personal como en lo laboral, por lo que el médico invitó a los pacientes a informarse y acercarse al DigniCap.
DIGNICAP EN MÉXICO
Esta opción para afrontar el cáncer llegó a México al Hospital ABC Observatorio en la Ciudad de México en 2008, incluso antes que en Estados Unidos, donde se aplicó en 2015.
Posteriormente, DigniCap llegó al los hospitales de Alta Especialidad en Zumpango, Estado de México; al Zambrano Arellion en Monterrey, así como a la Unidad de Cancerología del Sol en Jalisco y de manera más reciente al Cáncer Center Tec100 en Querétaro.
COSTO
Aunque Hernández dijo no conocer el costo del tratamiento de forma externa, porque depende mucho de las sesiones de quimioterapia del hospital donde presten la atención, el comprar el módulo completo en la mayoría de los casos no es una opción, pues vale en promedio un millón de pesos.
“La terapia comienza media hora antes de la infusión de la quimioterapia, durante y al terminar entre dos y tres horas más, los resultados siguen siendo alentadores porque en Europa lo usan desde hace 20 años, tienen actualmente más de 10 mil pacientes, tan sólo en Estados Unidos está en 153 centros de quimioterapias donde también atienden a cerca de 10 mil personas”, apuntó.
En México, el Hospital ABC Observatorio en la Ciudad de México atiende un promedio de 40 pacientes al mes, mismo número que en el Centro Oncológico estatal ISSEMyM en Toluca, donde también son pioneros y se presta el servicio a los derechohabientes desde hace siete años.
TIPOS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la cifra en el orbe de nuevos casos de cáncer cada año suma más de 14 millones, pero se incrementará 70% en los próximos 20 años.
Los más comunes son los de mama y pulmón. Según la organización británica Cancer Research UK, en los últimos 40 años ha habido pocos cambios en los tipos de cáncer que se diagnostican con mayor frecuencia en el mundo.
En la lista le siguen: colon y recto, próstata, estómago, hígado, cuello uterino, esófago, vejiga y linfoma no Hodgking.
DATOS
40 pacientes al mes reciben el tratamiento en el Centro Oncológico estatal ISSEMyM.
2008, llegó DigniCap a México.
Quimioterapia
La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, actúa evitando que crezcan y se dividan ya que lo hacen más rápido que las normales, sin embargo, los medicamentos son fuertes y dañan también a las células sanas.
Linfedema
El linfedema es una hinchazón que, por lo general, aparece en uno de los brazos o de las piernas. Es provocado con más frecuencia por la extirpación o el daño de los ganglios linfáticos como parte del tratamiento oncológico.
Frase:
Los únicos tratamientos donde no está indicado DigniCap es en aquellos donde dura mucho tiempo la infusión de la quimioterapia.Roberto Hernández, médico cirujano oncológico.
Evitan secuelas en pacientes con cáncer a través de terapias ocupacionales
REDACCIÓN
Para evitar secuelas como el linfedema, condición que conlleva la hinchazón en brazos y piernas, en pacientes con cáncer, Rocío Guadalupe García Pozos, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), promueve la capacitación de los médicos oncólogos con respecto a la generación de terapias físicas y ocupacionales.
García es integrante y terapeuta certificada por la Asociación Linfática de México, encargada de evitar el linfedema en pacientes que experimentaron un tratamiento oncológico, con la finalidad de que se reintegren con normalidad a su vida cotidiana y laboral.
La egresada y profesora de la licenciatura en Terapia Ocupacional de la UAEM destacó el trabajo que realiza con pacientes sobrevivientes del cáncer de mama.
“Tras la extracción de alguna de las glándulas mamarias es importante generar un tratamiento preventivo, con la finalidad de detener la acumulación de células que generan fibrosis, la cual ocasiona endurecimiento de la piel y repercute en el movimiento de los brazos”, argumentó.
La especialista en terapia ocupacional oncológica indicó que, por ejemplo, tras la radioterapia por cáncer en boca y cuello, los pacientes pueden perder la movilidad de la mandíbula, lo que les impide hablar y deglutir alimentos.
Además subrayó que la terapia oncológica a partir de una perspectiva ocupacional se enfoca en la recuperación fisiológica, sicológica y social del paciente, en que recobre sus funciones físicas, adquiera seguridad anímica y se integre a sus actividades cotidianas, especialmente en el ámbito laboral.
