Los pasillos de los antiguos Baños Victoria lucen mosaicos de añejo diseño en color limón y amarillo que recubren sus paredes. Desde 1984, esa fachada es la que recibe a sus clientes, muchos de ellos con más de dos décadas usando sus servicios.
Pascual Sánchez Vargas, uno de los empleados más antiguos del negocio, conoce a bien todas las historias de los Baños Victoria y ha visto desfilar todo tipo de personajes, pero su primer código es la discreción de sus clientes.
“Aquí han venido de todas partes, desde políticos, diputados, gente de dinero y trabajadores que se quieren dar el gusto de un baño de vapor, aquí no hay distinciones”, reveló don Pascual, quien lleva 34 años en su trabajo de jabonero.
Ubicados en la calle Guillermo Prieto en el número 202 de la colonia Reforma Ferrocarriles Nacionales, los Baños Victoria son de los más antiguos de la capital del Estado de México.
Fue en el año de 1984 cuando la familia Mureiro adquirió el negocio y le puso el nombre de Baños Victoria, sin embargo, de acuerdo con el actual administrador y propietario, el establecimiento llevaba operando años atrás con el nombre de Baños Reforma.
En la época de los 80, en las puertas de los Victoria, se veían desfilar las docenas de bicicletas de los albañiles y obreros que después de sus labores, pasaban a los vapores, e incluso para hacerse acompañar de una dama para relajarse, relata don Pascual.
“Muchos vienen por el vapor en época de frío y en aquel entonces lo hacían también igual, se ha vuelto un poco más exclusivo, porque ahora cualquiera tiene regadera en su casa, pero antes los baños eran la novedad”, recordó el jabonero.
Por aquellos años, los Victoria competían con los baños Rosa María, ubicados en la calle Gómez Farías y ya clausurados, los famosos Tíboli de la Alameda y después con los Nava, instalados en la zona de la terminal.
Actualmente en los Victoria, son 70 habitaciones que funcionan como vapores individuales, además de las regaderas y vapores generales, que son alimentados por una caldera de gran tamaño, que Pascual vigila a diario para medir la temperatura, pues esa es la clave para un buen servicio.
“Los cuartos de vapor deben funcionar con una temperatura de mil a mil trescientos grados, no más, esa es la medida”, explica el empleado.
Para el buen funcionamiento de los Baños Victoria laboran 12 personas, desde los jaboneros, hasta los toalleros y los masajistas, que han hecho de este establecimiento el más limpio de los que hay en Toluca y con el mejor servicio, revela Pascual.
“El vapor es bueno, porque te relaja, te saca todas las toxinas o hasta te echas tu masaje si quieres para bajar el estrés”.
Como estructura inherente en estos antiguos establecimientos, en su acceso frontal, recubierto con ventanales de cristal, tradicionales en la mayoría de los baños públicos, luce la antigua barbería, a la que llegan los clientes más fieles a solicitar servicio previo a darse un vapor, mientras que al otro extremo, adorna la entrada una antigua báscula, que aún se mantiene en operación.
Al fondo, los clientes se encuentran con el retablo en el que se muestran los precios de vapores, que van de los 77 pesos a los 82 pesos, todos al alcance de los bolsillos.
Como si de una tradición urbana se tratara, los antiguos Baños Victoria permanecen abiertos a diario para recibir a sus clientes fieles y los nuevos que van a probar. Allí en esa esquina de Guillermo Prieto y Primero de Mayo.
NUMERALIA
Más de 50 Años tienen los baños
34 Años tienen con el nombre de Baños Victoria
70 Habitaciones tiene
HORARIO
De 6:00 a 20:00 horas
SERVICIOS
Regaderas generales
Vapor general
Vapor individual
Turco individual (baño, vestidor y regadera)
FRASE
Es como todo, ahorita el baño lo usa quien tiene más lana, pero es como un hotel, aquí está, se ha mantenido.
Pascual Sánchez Vargas, jabonero.