Vasos, platos y contenedores de unicel, así como los demás plásticos de un solo uso han provocado una crisis ambiental en este municipio.
Y es que, de acuerdo con la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) y la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), se estima que el consumo de unicel en México es de 125 mil toneladas anuales.
De las cuales, el 25% se destinan a la fabricación de productos desechables para la industria alimenticia.
Mismos que son utilizados por los prestadores de servicios turísticos gastronómicos y demás establecimientos comerciales del Pueblo Mágico, por lo que se buscará erradicar el consumo de este material nocivo para el medio ambiente y para la salud.
De acuerdo con el Bando Municipal de Valle de Bravo, publicado el pasado 5 de febrero de 2022, los habitantes de este municipio están obligados a “sustituir de manera gradual el uso de vasos, utensilios desechables de plástico o unicel, bolsas de acarreo o contenedores plásticos de bienes”.
En su lugar, se deberán de emplear productos reutilizables, elaborados con material reciclado o biodegradables, con el objetivo de reducir el impacto ambiental que se está teniendo actualmente.
Por ello, prestadores de servicios turísticos del sector gastronómico, así como demás establecimientos comerciales de comida, que sirven sus productos para llevar en plásticos de un solo uso, tendrán que dejar de utilizarlos y emplear aquellos que sean de material reciclado o biodegradable.
Mostrando un reto a los usos y costumbres que se emplean en este municipio turístico.
De igual manera, en la normatividad municipal queda prohibida la venta y/o distribuir globos de helio y/o látex, así como la varilla para globo, por ser considerados productos de un solo uso.
Inclusive, en el artículo 105, fracción 27, también se prohíbe la venta, distribución y consumo de desechables a base de unicel (poliestireno expandido).
Ante la desobediencia de esta norma municipal, las infracciones serán sancionadas con multa de hasta 50 Unidades de Medida y Actualización (UMA), así como el retiro de las mercancías, productos o materiales que fueron motivo de la infracción.
Colocando en riesgo, la revocación de la licencia o permiso, en caso de reincidencia.
De esta manera se busca reducir el impacto ambiental que genera el poliestireno, así como reducir los daños a la salud por ingerir alimentos empaquetados en este material.