A puerta cerrada se realizaron los festejos católicos para homenajear la 489 aparición de María de Guadalupe en Valle de Bravo.
En este municipio, el culto y la devoción que tienen los vallesanos por la morenita del Tepeyac, ha convertido a esta celebración católica en una de las más importantes del Pueblo Mágico.
Sin embargo, este 2020 el homenaje se realizó de forma distinta, pues se tuvo que adaptar a la nueva normalidad que ha dejado la pandemia provocada por el virus SARS – CoV – 2.
Desde el inició de la novena, el pasado 3 de diciembre, los rosarios y las celebraciones eucarísticas se realizaron de manera virtual, a través del Facebook de la parroquia de San Francisco de Asís, pues la capilla guadalupana estuvo cerrada al público general para evitar aglomeraciones y posibles contagios del Covid-19.
Este 12 de diciembre, solo los mayordomos de esta fiesta patronal, vecinos del barrio de La Capilla en la cabecera municipal, pudieron cantarle y rezarle a la Virgen de Guadalupe desde su capilla, pues el atrio del templo estaba cerrado.
En la puerta fue colocada una mesa para que dejaran sus veladoras, flores y demás ofrendas que los devotos guadalupanos iban a dejar.
También había gel antibacterial, pues la responsabilidad sanitaria fue asumida por todos los involucrados en esta celebración, tanto autoridades gubernamentales y eclesiásticas, como por los vecinos fieles a la Virgen morena.
Al terminar la liturgia de mediodía, la imagen de la reina de México, para la religión católica, que mide más de 150 centímetros de altura fue colocada en la entrada de su capilla, para la gente que fuera a dejar su ofrenda de agradecimiento o petición, pudiera persignarse desde fuera.
Los mayordomos elegidos para llevar a cabo esta celebración guadalupana, agradecieron a los vecinos de Valle de Bravo por la disposición a cooperar para los arreglos de este año, pues entienden el gran sacrificio hecho en tiempos donde la economía familiar se ha estancado.
Asimismo, reconocieron la responsabilidad de los feligreses del municipio, al acatar las indicaciones sanitarias que emitieron las autoridades gubernamentales y eclesiásticas sobre esta celebración.
Pues ni peregrinaciones ni actos donde hubiera aglomeraciones, se realizaron este año, en gran medida, por la comprensión de todos los barrios.
