Sin ajustarse a las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades gubernamentales, el obispo de Altamirano del Estado de Guerrero encabezó una celebración multitudinaria de niños que realizaron su primera comunión y su confirmación en un templo católico de este municipio.
La celebración de la misa de confirmaciones y primera comunión, se llevó a cabo este sábado en el templo católico de la comunidad de Rincón de Jaimes, a donde al parecer al menos 500 niños asistieron.
En total, informaron vecinos de esta comunidad se realizaron tres ceremonias en donde asistieron cientos de personas y por lo mismo, la congregación provocó molestia entre algunos lugareños.
De acuerdo con el semáforo epidemiológico, autoridades del gobierno estatal solicitaron a las autoridades eclesiásticas la celebración de misas con un aforo máximo del 30% de feligreses, sin embargo, durante esta celebración no se respeto esa medida.
Hasta el momento autoridades de la diócesis correspondiente no han emitido algún comunicado al respecto a este hecho.