A menos de una semana del Día de Muertos, varias personas ya comenzaron a realizar compras anticipadas para la instalación de sus ofrendas, mismas que, dependiendo el tamaño será el costo total.
Los elementos pueden ser variados, pues mientras algunas personas optan por colocar un altar sencillo, algunas otras “tiran la casa por la ventana” para recordar y “alimentar” a sus seres queridos, quienes según las creencias, entre los últimos días de octubre y el 1 de noviembre, visitan los hogares de sus familiares.
Altar sencillo
En una ofrenda no pueden faltar las veladoras, la flor de cempasúchil, las calaveritas de azúcar, chocolate u otros, la fruta de temporada, la hojaldra o pan de muerto y el papel picado para dar mayor colorido al altar.
Actualmente, las veladoras oscilan entre los 15 y 25 pesos según la marca, el tamaño, si tiene envase de cristal o plástico y el grabado en éste. Mientras que la flor de cempasúchil por maceta, oscila entre los 20 y 30 pesos por unidad.
Las calaveritas de azúcar, chocolate o amaranto varían su costo según el tamaño e ingrediente; actualmente se cotizan entre los 5 pesos (tamaño pequeño) hasta los 200 o 250 (tamaño grande y jumbo).
Las hojaldras o pan de muerto, rondan entre los 10 pesos por pieza si son tamaño chico y hasta los 50 u 80 pesos si son tamaño grande gigante, pero el costo dependerá en gran medida si lleva ingredientes como relleno de chocolate o crema batida, o si son sabor naranja o nuez, entre otros.
Como fruta de temporada, la manzana oscila entre los 25 pesos el kilo (tamaño chico) y hasta los 50 (amarilla) o 55 pesos por kilogramo (roja). La guayaba se cotiza entre 20 y 25 pesos el kilo; la naranja y mandarina a 10 o 15 pesos por kilo y el plátano entre 15 y 18 pesos el kilo.
El papel picado puede ser encontrado desde los 15 y 20 pesos, dependiendo el número de unidades por paquete. En términos generales, una ofrenda sencilla podría costar entre los 200 y 300 pesos, pero podría costar menos, según el número de elementos colocados.
Ofrenda grande
La colocación de una ofrenda grande podría duplicar el presupuesto de una pequeña, pues se colocan el doble, triple o más número de elementos, como fruta, flores, veladoras, pan, calaveritas de azúcar, papel picado, entre otros.
No obstante, si en el altar se pretende incluir algún alimento y bebida considerados como “el favorito” del ser o seres queridos que se recuerdan, el costo podría incrementar entre 200 y 300 pesos más.
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Entre los platillos tradicionales que se colocan en las ofrendas de muertos destacan el mole con pollo y los tamales de distintos sabores, mientras que las bebidas pueden ser atoles diversos, cerveza, mezcal, tequila o algún refresco, cigarros, dulces y juguetes (para las ofrendas a los niños fallecidos), entre otros.
Hay quienes también acostumbran colocar dulce de calabaza o camote con preparaciones caseras.
¿Qué otros elementos se colocan en la ofrenda?
Otros elementos que se colocan en los altares de los muertos son la sal, el agua, el incienso o copal y los retratos de quien o quienes se recuerda.
Según las tradiciones de los creyentes, la sal representa la purificación de los difuntos, el agua calma la sed de los visitantes y las veladoras o ceras sirven para alumbrar su camino.
Se cree que el incienso o copal purifica el ambiente y aleja a los malos espíritus, mientras que la flor de cempasúchil y otras llenan de color y aroma los hogares durante la estancia de los difuntos.
