Desde que arrancó su campaña de vacunación invernal el 1 de octubre, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) ha detectado menos de diez casos de influenza.
En entrevista con El Sol de Toluca, el director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CEVECE), Víctor Manuel Torres Meza, también atribuyó que el bajo número de contagios es porque el mes de diciembre no es el que presenta la mayor cantidad, sino es en enero y marzo, por lo que exhortó a la población que todavía no se vacuna a que lo haga de manera oportuna.
Mencionó que si bien hay varios tipos de influenza, el AH1N1 ha predominado de forma consecutiva en los últimos tres años, motivo por el cual es necesario que los ciudadanos se vacunen lo antes posible, sobre todo aquellos que pertenecen a los grupos de riesgo, es decir, las personas de la tercera edad, niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y aquellas personas que tienen enfermedades crónicas.
"Diciembre particularmente no es un pico de influenza, lo que tenemos de historia de influenza siempre los picos los tenemos en los meses de enero y febrero y para ésta época invernal hay que ver qué tipo va a ser el que predomine en ésta ocasión", manifestó el epidemiólogo.
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En este contexto, el doctor Víctor Manuel Torres aseguró que se espera que ésta temporada invernal sea atípica y muy “cruda”, por lo que pidió a la población a mantener su resguardo en casa, usar ropa abrigadora y evitar los cambios de temperatura repentinos.
Cabe recordar que la vacuna contra influenza se aplica de manera gratuita en los mil 200 centros de salud que hay en la entidad; ésta sirve para frenar la influenza en los tipos AH1N1, H2N3 y el tipo B.
Al inicio de la campaña de vacunación, el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo, anunció que para la temporada invernal 2020-2021 el Estado de México contaba con más de tres millones 400 mil dosis de vacuna contra influenza, por lo que el abasto estaría garantizado a la población.
Tras la vacunación, algunas personas podrían tener una especie de resfriado, con síntomas como escalofríos, estornudos y dolor de cuerpo en un nivel de bajo a moderado; sin embargo esto puede ser atribuible a una coincidencia con la baja en el sistema inmunológico, no necesariamente con la vacuna en sí.
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