Abarroteros, bodegueros, empresarios y clientes aseguran haber sido víctimas de la delincuencia que se ha asentado en dicho lugar pues, aseguran, la presencia policiaca no existe debido al abandono de la administración municipal la cual, aseguran, no tiene voluntad de atenderlos.
Como resultado de esto, aseguraron que invirtieron en su propia seguridad por lo que algunos cuentan con vigilancia especial que ellos mismos pagan mientras que otros optaron por reforzar sus bodegas con rejas y cámaras de circuito cerrado para evitar atracos y robos hormiga.
Pese a esto, informaron que dichos protocolos no los han salvado de la delincuencia que opera en este centro de abasto; sin embargo, en el anonimato, revelaron que continúan pagando derecho de piso.
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“Tenemos casos de bodegueros que los extorsionan en sus casas. Llegan y les dicen que saben que son bodegueros, les roban, se llevan los ahorros que guardan en sus hogares y les dicen que ya tienen todos sus datos y les piden una cantidad mensual, de lo contrario, los siguen robando”, comentó un bodeguero, quien pidió no revelar su identidad, pues el mes pasado fue víctima de la delincuencia.
Según cifras oficiales, en promedio en la Central de Abasto de Tultitlán al día llegan 100 mil personas las cuales también son víctimas. Como muestra, un comerciante aseguró que a la semana se registran siete robos a mano armada y homicidios
"Hay que saber a qué hora llegar, a qué áreas ir y dónde no estar solo”, expuso Carmen, comerciante de Coacalco que cada cuatro días acude a surtirse y donde en cinco ocasiones le han robado.