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Trabajando en turnos de 72 horas, los paramédicos de Protección Civil de Valle de Bravo combaten al Covid-19 en la primera línea de atención a pacientes contagiados.
Esta es la historia de Yobani Salatiel Estrada Enríquez, un paramédico que reconoció que trabajar en el área prehospitalaria ha generado un desgaste físico y emocional en su persona pues, realizar las actividades de primera atención en una emergencia o en un traslado, se ha complicado por el uso del traje tyvek.
Dentro del desgaste físico hay deshidratación, por la sudoración excesiva que hay, y una parte emocional también.
Y es que cuando hay un paciente con problemas respiratorios que requiere de atención, los protocolos sanitarios se activan y los paramédicos inician su batalla colocándose un traje tyvek tipo overol, dos gorros quirúrgicos, una bata quirúrgica, una mascarilla N-95, una careta, dos pares de guantes de nitrilo y unas botas quirúrgicas.
Una vez usado todo esto debe de ser desechado en una bolsa roja de RPBI, ya que se tuvo contacto con un paciente posiblemente contagiado del virus SARS-CoV-2; sin embargo y a pesar de que fueron capacitados por la Delegación de la Cruz Roja en Valle de Bravo, el paramédico quién ostenta el título de enfermero, reconoció que fue complicada la adaptación de estas medidas sanitarias necesarias.
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“Al inicio de la pandemia llevamos a cabo una capacitación en la delegación de Cruz Roja, en donde el tema que tomamos fue de atención hospitalaria a pacientes con Covid, asimismo, las medidas de bioseguridad en el uso correcto del equipo de protección personal” explicó.
Estrada Enríquez detalló que esta labor ha aumentado en las últimas semanas ya que, de acuerdo con datos de Protección Civil de Valle de Bravo, desde marzo hasta noviembre de 2020 los servicios Covid-19 que atendían eran pocos pero desde diciembre a la fecha estos han aumentado.
Hemos atendido más casos al día. Ha habido un cambio radical y principalmente nos afecta un poco el desgaste físico por las deshidrataciones y lo emocional.
Según cifras oficiales pasaron de atender un paciente cada dos semanas en los primeros 10 meses de la pandemia en Valle de Bravo, a un promedio entre los tres y los seis servicios al día en las últimas seis semanas.
“Si es un cambio muy radical, pues si hay un aumento de casos y cómo bien sabemos se ve reflejado en el semáforo rojo, nos damos cuenta en los hospitales que están saturados y sobre todo, en el colapso del sistema de salud”.
¿Cómo es trabajar con Covid-19?
Día con día, Yobani debe de revisar su unidad para verificar que todos los equipos estén en condiciones de ser usados para cualquier emergencia, principalmente, los tanques de oxígenos y los niveles de combustible.
“Lo que ha cambiado, es que anteriormente, las emergencias que se presentaban las atendíamos solo con el equipo básico, que eran goggles, cubrebocas, guantes de látex, con la llegada del Covid-19, debemos de utilizar un equipo de protección más especializado”.
Actualmente, en Protección Civil de Valle de Bravo cuentan con dos tipos de unidades: la destinada para emergencias generales de todo tipo accidentes, traslados y atención de pacientes en casa; y la destinada para los pacientes con problemas respiratorios.
La unidad para emergencia consta de un carro camilla de traslado, una férula espinal, férulas para fracturas, material básico para curación, vendas gasas, soluciones, equipo venoclisis.
Y las unidades Covid-19, además de lo ya mencionado, también se equipan con el traje especial para el paramédico, tanques de oxígeno y una burbuja tipo cápsula la cual cubre al paciente. Asimismo, para los pacientes hay dos tipos de servicio que ofrece PC Valle de Bravo: el de urgencia y el de los traslados programados.
Protocolos Covid-19
El servicio de emergencia para pacientes con problemas respiratorios se da cuando se solicita la atención en algún lugar. El radio operador toma los datos del paciente, preguntando si hay algún síntoma característico de Covid-19.
De inmediato, al llegar al lugar, los paramédicos debidamente protegidos realizan una valoración del paciente que consiste en tomar signos vitales y la oximetría de pulso. Si es que hay una desaturación de oxígeno, es decir, una dificultad para respirar menor del 80% de la capacidad habitual, se solicita la recepción en el hospital.
“Generalmente nosotros los llevamos al hospital Covid, que es el Hospital General de Valle de Bravo, que le pertenece al ISEM, y si es que se cuenta con un lugar disponible para el paciente se decide trasladarlo” explicó Yobani Estrada.
El servicio de traslados programados, se da a petición de los familiares del paciente contagio debido a que al complicarse el estado de salud de este, se deciden llevarlo a un nosocomio particular aunque también los pueden programar a través de la solicitud del Hospital General, quién decide trasladar a los pacientes a otra institución pública dependiendo de si necesita un tratamiento más especializado como los que ha realizado a la ciudad de Toluca, al hospital de tercer nivel Adolfo López Mateos, a la Clínica 220 del IMSS o el Hospital del ISSEMyM.
¿Y la vacuna?
A pesar de que los paramédicos de PC de Valle de Bravo atienden y trasladan a pacientes de Covid-19, no fueron contemplados en la primera ronda de vacunación para prevenir el contagio de este virus.
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“Nos hubiera gustado ser de los primeros, pues también somos de la primera línea, sin embargo, no nos fue posible, tenemos indicaciones de nuestras autoridades que vamos a recibir la vacuna en la segunda ronda que se tiene pensado en próximos días, por lo que vamos a esperar unos días más” lamentó el paramédico con más de 12 años de servicio.
Por lo pronto, tendrán que seguir empleando los protocolos de seguridad, pues es la única forma que les puede garantizar el no contagiarse.
Hasta el momento no ha habido contagio alguno en los elementos de PC Valle de Bravo, a pesar de que el virus llegó a Valle de Bravo desde abril de 2020.
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